Con más de 2 millones de toneladas producidas anualmente, el aguacate es uno de los principales productos agrícolas de México y es exportado a una treintena de países, en una actividad que en los primeros once meses de este año sumó mil 847 millones de dólares. El auge, que se extiende por lustros y destaca cada año con la celebración del Supertazón de futbol americano de Estados Unidos, tiene varios rostros ocultos. Uno de ellos es la aparición de huertos ilegales, áreas donde son talados, contra la ley, miles de árboles para sembrar el fruto.
Según datos oficiales, del total del volumen de producción de aguacate en México, 84 por ciento tiene su origen en Michoacán, donde de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Recursos Naturales, de ese estado, cada año se pierden entre mil 200 y mil 500 hectáreas por cultivo ilegal del llamado “oro verde”.
Se estima que en la región hay aproximadamente 135 mil hectáreas de aguacate cultivadas de manera legal y 30 mil más que no cuentan con ningún tipo de permiso.
Entre enero y noviembre del año pasado la exportación de aguacate mexicano tuvo un valor de mil 847.5 millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco de México. La cantidad fue menor en 31 por ciento a la del mismo periodo de 2019, cuando alcanzó 2 mil 681.9 millones de dólares, según la misma fuente.
De acuerdo con datos del Sistema Producto Aguacate, en 2020 México exportó un millón 291 mil 334 toneladas de aguacate, 12 por ciento más respecto al millón 152 mil 977 que se registraron en 2019.
Si bien el aguacate mexicano tiene una alta demanda durante todo el año, una de sus mejores temporadas es cuando se acerca el Supertazón, pues el consumo de guacamole durante el juego se dispara en Estados Unidos, lo que incrementa las exportaciones mexicanas.
Derecho de piso
De acuerdo con cifras del Grupo Aguacatero Mexicano, aproximadamente 30 por ciento de las ventas del fruto al exterior se realizan entre diciembre y febrero. Además, en la segunda semana de enero de 2021 se rompió el récord en envíos de aguacate a Estados Unidos, dado que se pasó de 32 mil a 35 mil toneladas.
La producción de aguacate en México representa ingresos por alrededor de 57 mil millones de pesos, lo que ha dado pie a extorsiones y siembra ilegal.
Según reportes de las autoridades locales, muchos de los sembradíos de aguacate ilegales están ubicados en lugares donde antes eran bosques o selvas, para lo cual, las personas involucradas provocaron grandes incendios forestales, o bien, productores más pequeños cortan o secan pequeñas cantidades de árboles para no ser detectados.
Datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) indican que en 2020 el fuego arrasó con alrededor de 18 mil hectáreas, la cifra más alta desde que hay registros.
Reportes del gobierno michoacano indican que donde más huertas de aguacate ilegal hay es en el oriente del estado, principalmente en Uruapan, Pátzcuaro, Tancítaro, Meseta Purépecha, Villa Madero y Los Reyes.
Los incendios no son el único problema en la siembra ilegal de aguacate, también está el hecho de que su cultivo exige grandes cantidades de agua, por lo que según el gobierno local, dichas regiones presentan problemas de abastecimiento del líquido.
Además, los grandes ingresos que deja el fruto ha atraído la atención del crimen organizado, pues según autoridades, grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Nueva Familia Michoacana, el Cártel de Tepalcatepec y los Caballeros Templarios, entre otros, roban camiones, extorsionan, exigen derecho de piso y hasta cobran a los productores por protección.