La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica enviada por el presidente Andrés Manuel López al Congreso de la Unión “es preocupante”, pues abre la puerta para restablecer un monopolio en el sector eléctrico y va en contra de los compromisos firmados en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), dijo la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
El pasado lunes el jefe del Ejecutivo federal envió al Poder Legislativo la iniciativa para modificar el marco legal existente. La propuesta busca dar prioridad al despacho de energía que genera la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mientras la producida por privados quedaría al final.
Neil Herrington, vicepresidente sénior para las Américas de la US Chamber of Commerce, destacó que las modificaciones propuestas aumentarían significativamente el costo de la electricidad y limitarían el acceso de los mexicanos a energía limpia.
“Desafortunadamente, esta medida es la última de un patrón de decisiones preocupantes tomadas por el gobierno de México que han minado la confianza de los inversionistas extranjeros en el país en el preciso momento en que se necesita más que nunca una mayor inversión extranjera directa”, apuntó Herrington.
Exhortan al presidente a retirar su proyecto
Señaló que a medida que la nación mexicana emerge de la peor contracción de la economía observada desde 1932, “nada resultará más vital para su recuperación que los empleos y el crecimiento que generan los inversores estadunidenses y extranjeros”.
Por ello exhortó al gobierno del presidente López Obrador a retirar el proyecto de reforma y comprometerse con el sector privado en soluciones tangibles para impulsar la industria energética.
Agregó que espera trabajar con el gobierno del presidente estadunidense Joe Biden para apoyar un sector de energía eléctrica competitivo en México que “contribuya al crecimiento sostenible y la generación de empleo”.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) señaló que “los cambios propuestos serían contraproducentes para los objetivos finales que la iniciativa persigue”, pues la reforma representaría “un retroceso en el desarrollo de un mercado competitivo en materia de electricidad”.