El ex accionista mayoritario de Altos Hornos de México (AHMSA), Alonso Ancira Elizondo, permanecerá en prisión por lo menos hasta el próximo martes, cuando se defina si lo vinculan o no a proceso penal. El empresario enfrenta una acusación por lavado de dinero al haber sobornado con 3.5 millones de dólares al ex director de Pemex Emilio Lozoya Austin.
El juez José Artemio Zúñiga rechazó la oferta de la defensa de Ancira Elizondo de cubrir una garantía de 2 millones de dólares a cambio de que se le concediera el beneficio de la prisión domiciliaria, se le pusiera vigilancia electrónica y, para evitar que viajara al extranjero, la entrega de sus pasaportes.
El abogado José Luis Castañeda informó que para evitar que sea enjuiciado, plantearon al juzgador la posibilidad de reparar el daño causado a Pemex por la venta fraudulenta de Agronitrogenados. “Hay que sentarnos, hay que ver cuánto nos piden y cuánto está dispuesto a dar mi cliente”, afirmó.
La audiencia
Durante las primeras tres horas de audiencia –la cual empezó poco después de las 23:15 horas del miércoles–, la defensa buscó que la detención de Ancira y la realización de la diligencia fueran consideradas ilegales, ya que el juzgado segundo de distrito en materia de amparo le había otorgado una suspensión provisional.
Sin embargo, Artemio Zúñiga desechó los argumentos; señaló que la suspensión del acto reclamado no impedía celebrar la audiencia inicial y que la pretensión de la defensa era infundada, toda vez que su cliente ya venía materialmente detenido por la autoridad competente.
Descompensado
Minutos antes de las 4 de la mañana, el empresario se sintió mal y fue atendido por paramédicos dentro de una ambulancia, quienes concluyeron que sufrió descompensación metabólica por falta de descanso y alimentación en las últimas horas, como consecuencia de sus padecimientos de diabetes e hipertensión.
Una hora después, Ancira informó al juez que se sentía muy cansado, lo que motivó que se suspendiera la diligencia y se decretara un receso de ocho horas, que se extendió a nueve. Pasó la madrugada y las primeras horas de ayer en la ambulancia estacionada en la zona de juzgados del Reclusorio Norte.
Antes de que reiniciara la audiencia, José Luis Castañeda informó su intención de solicitar al juez que su cliente pudiera obtener el beneficio de la vigilancia con brazalete, estar en arraigo o prisión domiciliaria, para lo que entregaría sus pasaportes, el mexicano y el estadunidense, ya que tiene ambas nacionalidades.
Riesgo de fuga: FGR
A la 2 de la tarde, los representantes de la Fiscalía General de la República (FGR) solicitaron al juez de control la prisión preventiva justificada de Alonso Ancira Elizondo, por considerar que existe el riesgo de que intente evadir la acción de la justicia; argumentaron que no tiene arraigo, pues posee dos domicilios en la Ciudad de México y uno más en Coahuila, además de amplia capacidad económica, y tuvo que ser presentado ante la justicia mediante un proceso de extradición.
Asimismo, demandó la vinculación a proceso. Poco después de las 18 horas llegó a la zona de juzgados una ambulancia privada, cuyos paramédicos informaron que fueron llamados para garantizar el estado de salud del empresario.
Casi dos horas después, la defensa ofreció 2 millones de dólares de fianza para que se le otorgara la prisión preventiva domiciliaria en lo que se define su situación jurídica.
Como parte de sus argumentos para evitar que fuera ingresado a prisión, los abogados señalaron como impedimentos su edad y mal estado de salud. Aunque al inicio de la audiencia, tras ser extraditado de España a México, el empresario declaró sentirse bien de salud. Pasó su primera noche en el Reclusorio Norte.