Nueva York., “America está de regreso” proclamó el presidente Joe Biden al ofrecer la visión de la política exterior de su gobierno, rompiendo así con la postura aislacionista de su antecesor, mientras en el Senado se reintrodujo –con el apoyo del mandatario– el proyecto de ley para legalizar a los migrantes indocumentados que llegaron siendo menores de edad; y, con su sombra aún sobre Washington, Donald Trump rechazó la petición para presentarse personalmente a su juicio político la próxima semana.
Biden acudió al Departamento de Estado para ofrecer su primer discurso sobre relaciones internacionales como presidente, afirmando que Estados Unidos “reparará nuestras alianzas y se integrará al mundo una vez más…” y que “la diplomacia está de regreso al centro de nuestra política exterior”.
El reto central, señaló, es enfrentar “este nuevo momento del avance de autoritarismo, incluyendo las crecientes ambiciones de China para ser rival de Estados Unidos y la determinación de Rusia para dañar e irrumpir en nuestra democracia”.
En su mensaje al mundo desde la sede diplomática, subrayó que el liderazgo estadunidense tiene que reafirmar el multilateralismo para abordar los retos urgentes de la pandemia, crisis climática y proliferación nuclear, porque “no lo podemos hacer solos”.
Sin mencionar por su nombre a su antecesor, reconoció la crisis política interna estadunidense al indicar que los valores democráticos estadunidenses “han estado bajo intensa presión en años recientes, empujados hasta el precipicio en las últimas semanas”, pero confió en que el pueblo estadunidense saldrá “fortalecido” y con mayor determinación para “unir al mundo en la lucha por la defensa de la democracia, porque hemos luchado por ella nosotros mismos”.
Anunció que estará convocando a una Cumbre de la Democracia próximamente para instar a las naciones del mundo a “defender la democracia globalmente”.
Biden dijo que en las primeras dos semanas de su gobierno ha conversado con los líderes aliados más cercanos, entre los cuales mencionó a Mexico, para “empezar a reformar los hábitos de cooperación y reconstruir el músculo de las alianzas democráticas que se han atrofiado a lo largo de los últimos años de negligencia y, yo argumentaría, abuso”.
Resaltó que la diplomacia es el instrumento principal para abordar retos y conflictos con adversarios y competidores, y usó el ejemplo de Rusia, país con el que esta semana se llegó a un acuerdo para extender el tratado sobre armas nucleares, y al mismo tiempo advirtió al presidente Vladimir Putin que Washington ya no tolerará “acciones agresivas”, incluida la interferencia en elecciones y el envenenamiento y encarcelamiento de opositores como en el caso de Alexei Navalny.
A la vez, declaró que se abordaran de manera parecida los desafíos que representa China, al que calificó de “nuestro competidor más serio” en el mundo.
Para “recuperar nuestra posición de liderazgo”, se requiere el trabajo cooperativo con aliados y la renovación de compromisos con entidades multilaterales. En este contexto recordó que en su primer día ordenó el retorno de su país al Acuerdo de París sobre clima, y que está convocando a una cumbre sobre la crisis del cambio climático el próximo Día de la Tierra. También señaló que su gobierno reingresó a la Organización Mundial de Salud.
Anunció que ayer ordenó una serie de medidas para guiar el nuevo giro de la política exterior, incluida una orden ejecutiva para restaurar el programa de admisión de refugiados al elevar el límite anual a 125 mil, del nivel históricamente más bajo de 15 mil que dejó Donald Trump.
Otra es una iniciativa diplomática para poner fin a la guerra en Yemen impulsada por Arabia Saudita, ordenando el fin de toda asistencia estadunidense, incluida la venta de armas hasta ahora aprobada por Trump.
También ordenó una evaluación global de la presencia militar estadunidense, y con ello congeló por ahora el retiro de tropas de Alemania ordenado por su antecesor.
Biden anunció que el tema de los derechos y asuntos de la comunidad LGBT será integrado a los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos.
El presidente, en otro mensaje para contrastarse con su antecesor, enfatizó la defensa tanto en casa como en el exterior de la libertad de los medios: “creemos que una prensa libre no es un adversario; más bien, es esencial para la salud de una democracia”.
Migración
Poco antes de que Biden ofreciera su visión de la diplomacia, en el Senado el demócrata Dick Durbin introdujo –por tercer vez en los últimos 20 años– el proyecto de la ley dream para legalizar a cientos de miles de jóvenes migrantes que llegaron al país con sus familias indocumentadas conocidos como dreamers, no pocos escapando de las consecuencias de políticas económicas y bélicas estadunidenses en sus países de origen en el pasado.
Aunque organizaciones de defensa de inmigrantes aplaudieron la introducción del proyecto legislativo y Durbin afirmó con nuevo optimismo que “este es el año, este es el momento” para finalmente promulgarlo en ley, algunos dreamers como Érika Andiola, de RAICES, recordaron que han sido testigos, y víctimas de las consecuencias, del fracaso del Congreso de aprobarlo por “falta de voluntad” de algunos demócratas durante la anterior presidencia de ese partido.
Por otro lado, en el mismo Capitolio, la diputada ultraconservadora pro-Trump, Marjorie Taylor Greene, cuyos comentarios racistas y antisemitas, sus anteriores amenazas de violencia armada contra legisladoras liberales y su promoción de teorías de conspiración provocaron controversia (pero quien mantiene el apoyo de gran parte de su bancada) fue expulsada de sus asignaciones a dos comités por voto de la mayoría demócrata en la cámara baja.
El magnate presente
La sombra del ex presidente sigue presente en Washington, sobre todo al aproximarse su juicio político la semana entrante.
Ayer, los diputados que actuarán como fiscales en ese juicio extendieron una invitación al ex presidente a presentarse y bajo juramento a ofrecer su defensa ante el cargo de “incitación a la insurrección” contra el gobierno. No sorprendió a nadie que Trump, por conducto de sus abogados defensores, rechazó la invitación afirmando que no se presentaría a un proceso “inconstitucional”, y calificaron esta solicitud, correctamente, de “truco de relaciones públicas”.
Y hablando de trucos y actores, Trump se retiró del Gremio de Actores de Película (Screen Actors Guild) al enterarse de que contemplaba expulsarlo de sus filas por su papel en el asalto al Capitolio y con ello, según acusó la secretaria general Gabrielle Carteris, “atacando los valores que mantiene este sindicato: la democracia, la verdad, el respeto por estadunidenses de todas razas y creencias, y la santidad de la prensa libre”, reportó Politico.
“Ustedes no han hecho nada por mí, mas que recaudar mis cuotas sindicales y promover políticas e ideas peligrosas y antiestadunidenses”, declaró Trump, recordando sus grandes aportaciones al mundo de los espectáculos incluyendo breves apariciones en algunas películas y, por supuesto, su reality show El Aprendiz, en su furiosa carta de renuncia que envío a Carteris.
Después de recibir la carta, el gremio respondió de inmediato sólo con dos palabras: “thank you”.