México registró la sexta caída más profunda del ingreso por habitante, producto de la crisis mundial por Covid-19. Datos para países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que tras Islandia, Grecia, Colombia, España y Reino Unido, el país tuvo una caída de 8.7 por ciento en el producto interno bruto (PIB) per cápita entre enero y septiembre del año pasado.
Los cierres de negocios y confinamientos del año pasado resultaron en que el ingreso por habitante disminuyera en 38 de los 41 países que registra la OCDE, y que supone un grupo con las economías más sólidas del mundo. Para algunas, los avances registrados en el PIB per cápita de 2007 a 2019 amortiguaron la crisis de Covid-19. En ocho naciones el ingreso por habitante es menor que hace 13 años, entre ellas México.
Las estadística de la OCDE muestran que el indicador del PIB per cápita en México es 1.12 puntos porcentuales menor que en 2007. Esto fue efecto de la crisis por sí misma y del avance de 8.27 puntos porcentuales que había registrado hasta diciembre, cuando se dio el primer brote de SARS-CoV-2. En perspectiva, a lo largo de ese tiempo el mismo indicador creció 56.69 en Polonia y 0.58 por ciento en Luxemburgo.
Como resultado, en Finlandia, Islandia, Reino Unido, España y Luxemburgo, la caída en la actividad económica por la pandemia no logró compensar el crecimiento de la población y se llegó a niveles menores a los de 2007. En Italia y Grecia, donde la medición ya había caído por debajo de 2007 antes y durante la crisis económica mundial, el coronavirus hundió más el indicador.
La misma baja se reflejó en el gasto de consumo de los hogares per cápita. En México se mantuvieron los apoyos a la población de menores ingresos, pero no hubo un apoyo directo a quienes perdieron sus empleos ni a los subocupados. De acuerdo con los datos más recientes, el país tuvo una de las mayores caídas en este indicador.
En Israel el consumo de las familias se redujo 4 por ciento entre enero y septiembre del año pasado; en México fue de 3.7 por ciento y este deterioro es mayor al registrado en Colombia, España y los otros 36 países que registra la OCDE. Para Japón no se reportaron datos.