La pandemia de Covid-19 en curso muestra que la separación intelectual entre naturaleza y cultura, establecida por el moderno Occidente, es parte del problema, dice la intelectual estadunidense Donna Haraway, ganadora de la segunda edición del Premio Nuevo León Alfonso Reyes.
“La pandemia en la que estamos es un suceso natural, cultural, político y social. Es una sindemia; es un conjunto”, agrega la docente y filósofa en entrevista.
“Necesitamos cambiar el pensamiento, pero también las prácticas. No debemos pensar en exterminar los virus, sino en coexistir en equilibrio, para que los virus epidémicos no sean tan incapacitantes. Esto no es un problema político, de dinero, de fondos, sino de tomar acciones en conjunto.
“Nunca he pensado en la separación entre naturaleza y sociedad. Y ciertamente ahora, con la pandemia es imposible ver la separación entre ambas, por la vinculación entre virus, animales, ciudades, prácticas de las personas.”
Recuerda que desde el inicio, “por muchas décadas, mi trabajo se refiere a que la realidad no está dividida entre la naturaleza y la sociedad. Esas son categorías colonialistas que vienen de las prácticas del Occidente moderno en ciencia, política y filosofía, que piensan que la naturaleza y la sociedad están separadas en cajas, lo cual es parte de los problemas y no de las soluciones”.
Haraway (Denver, Colorado, 1944) afirma que “necesitamos pensar en la vinculación de todo el mundo alrededor, en lo humano y no humano, lo viviente y lo no viviente, lo orgánico y lo inorgánico. Por muchos años yo lo llamaba ‘ciborg’. Ahora lo digo en términos de ‘multiespecies’”.
Menciona que “no debemos pensar en una guerra contra el próximo virus y el siguiente y el siguiente. Debemos terminar la guerra contra las enfermedades, en cambio, debemos vivir en equilibrio para conseguir una mayor felicidad”.
Sostiene que la respuesta a este problema, “increíblemente complicado”, es trabajar por una “solución juntos: transformar el pensamiento y reunir propuestas. Es importante lograr que la medicina y la ciencia, con sus conocimientos particulares, trabajen con las comunidades para entender mejor a las ciencias , pero también para entender mejor el conocimiento de las comunidades.
“Los grupos de trabajo en la pandemia deberán encontrar qué tipos de vivienda, de ayuda, qué futuro necesitan las comunidades, en la relación con otros organismos; en las ciudades debemos investigar sobre qué tipo de habitación y de mercados, en este mundo interrelacionado entre seres humanos y el resto de la naturaleza.”
La autora de Cyborg Manifesto destaca que la relación entre pueblos indígenas y su entorno puede aportar conocimiento para resolver el problema mundial, “pero no es simple. No creo que tengan todas las respuestas.
“Un tipo de colonialismo es mirar a los indígenas para encontrar las respuestas. La respuesta es confrontar ambos haceres. Los indígenas pueden ayudarnos con formas de vivir y de pensar para conseguir el balance, y de ayudarnos a los seres humanos a conseguir la unidad con otros seres.”
El feminismo, sostiene Donna Haraway, tiene un papel importante en la solución.
“Debemos empezar a pensar desde el punto de vista de la situación de las mujeres alrededor del mundo para mejorar cualquier pregunta. Pero también debemos hacerlo con el punto de vista de los indígenas en todo el orbe para mejor, igual con las preguntas de las personas oprimidas o racializadas.
“Insisto en que el estado de desorden y caos, opresión y colonialismo, de patriarcado, no es necesario. El feminismo es una poderosa voz que se dirige al cuidado del otro, al cuidado de la tierra en muchas formas particulares. El feminismo no está sólo en esto y excluirlo es inaceptable.”