La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que hubo “irregularidades” antes y después del asesinato de la médica Mariana Sánchez, por lo cual se integró un grupo del gobierno federal para “hacer un escrutinio permanente”.
Luego de pedir al gobierno de Chiapas actuar con mayor velocidad en la investigación, dijo que se deberán imputar, en su caso, conductas irregulares y presuntamente constitutivas de delitos no sólo a los presuntos responsables del crimen, sino a las autoridades vinculadas al caso.
Lo mismo, indicó, en el asesinato y hallazgo de cuerpos calcinados en Tamaulipas, la cual es una situación gravísima, porque muestra la persistencia de acoso y agresiones contra migrantes. Reconoció que han sido cesados “decenas de funcionarios”, incluidos partícipes en estos hechos recientes. La única manera de avanzar, añadió, es aceptar la situación, investigar e imputar por conductas irregulares probablemente constitutivas de delito.
“Y sí, efectivamente, algunos miembros del INM (...) acuérdense que hemos tenido problemas con muchos de los agentes de migración, precisamente en este tipo de violaciones de derechos”, dijo.
Del feminicidio de Mariana Sánchez, perpetrado en Ocosingo, consideró que habrá un “antes y un después”, porque se han detectado situaciones a partir de las cuales se pudo haber evitado el asesinato. Por ejemplo, dijo, solicitó infructuosamente su cambio de adscripción; tenía un compañero que la acosaba de manera permanente y su cuerpo fue incinerado de manera apresurada, sin consentimiento de los familiares.