Madrid. El ex tesorero y el hombre clave para entender la financiación del derechista Partido Popular (PP) entre 1996 y el 2008, Luis Bárcenas, decidió firmar una declaración jurada ante la Fiscalía Anticorrupción en la que finalmente desveló todas los tejemanejes, turbiedades y los detalles de la corrupción que campeó a sus anchas en la formación conservadora. En su testimonio señala a las cúpulas directivas de ese época, desde los ex presidentes José María Aznar y Mariano Rajoy hasta personajes clave en la historia reciente de la derecha española, como Javier Arenas o Maria Dolores de Cospedal.
Bárcenas, en prisión y procesado por varios delitos, afrontará en las próximas semanas un histórico juicio en el que se juzgada la llamada “caja B” del PP, basada en una contabilidad paralela que él mismo diseñó y creó y desde la que no sólo se financió de forma ilegal a la formación política, sino que también se pagaron comisiones ilegales, se abonaron sobresueldos a algunos de sus dirigentes y se decidió la concesión de obras públicos en función de las “donaciones” hechas, en la mayoría de los casos por grandes empresarios españoles, como el presidente de la constructora OHL, Juan Miguel Villar Mir -una empresa que también está involucrado en casos de corrupción en otros países, incluido México-.
Bárcenas firmó una declaración jurada en la que reconoce que la contabilidad paralela del partido, también conocida como “Los papeles de Bárcenas” -que se conocieron gracias a una investigación periodística del diario El Mundo-, es real y todo lo que aparecía ahí apuntado era la auténtica situación financiera del partido. Una praxis que nació durante el liderazgo de José María Aznar, presidente del gobierno entre 1996 y el año 2004-, pero que continuó después con su sucesor y también presidente del gobierno, Mariano Rajoy.
El ex tesorero del PP lleva siete años inmerso en varios procesos penales y en investigaciones que también han aflorado su propia fortuna, oculta en Suiza en varias cuentas bancarias y que algunos peritos fiscales y financieros calculan en varias decenas de millones de euros. El propio Bárcenas, como administrador y ejecutor de esa práctica corrupta, se benefició de un sistema que exigía a cambio de contratos públicos el pago de comisiones, que servían a su vez tanto para la financiación de la formación política como para el enriquecimiento personal de sus principales dirigentes. Se sospecha de al menos 23 contratos que sumarían un total de 600 millones de euros (14 mil 400 millones de pesos).
En las próximas semanas, cuando inicie la vista oral por la caja B del PP, se irán desvelando más detalles de la supuesta financiación ilegal de la formación conservadora, en un juicio histórico en el que tendrán que declarar algunos de los hombres que gobernaron España y el partido en las últimas décadas.