La voz de alarma: “Vamos a explotar” que hicieron vendedores de tamales a los operadores de la pipa de gas que abastecía combustible al conjunto habitacional ubicado en la calle Guillermo Prieto número 39, colonia Jamaica, en Venustiano Carranza, fue ignorada por los dos operadores, dijo Alejandra quien esperaba a un cliente para entregar un pedido de 30 tamales y recoger su puesto de la vía publica.
Casi a las 10 de la mañana, la pipa se estacionó a unos cuantos pasos del mercado Jamaica y del puesto de Alejandra y su hijo Saúl, quien dijo al conductor que apagara la unidad de la empresa Gas Flamamex SA de CV porque hacía “ruidos muy feos”, pero no fue escuchado.
La mujer relató en entrevista que uno de los operadores colocaba agua al radiador mientras su acompañante aceleraba insistentemente el motor de la pipa con capacidad de 3 mil 500 litros, pero respondieron a su hijo Saúl que en caso de incendio “se le echaba agüita”.
No pasó ni un minuto, dijo, cuando se escuchó la primera de tres explosiones que derivaron en el incendio de la pipa. Las flamas corrieron por la manguera de gas que provocó una columna de humo, además de que la onda expansiva alcanzó a tres locales dedicados a la venta de arreglos florales como canastas de mimbre, flores y pasto artificiales de plástico, así como cuatro establecimientos del mercado de Jamaica, tres viviendas, dos vehículos y una motocicleta.
“Te dije, güey”, gritó Saúl a uno de los operadores, que se echaron a correr mientras gritaban “ya valió madres”. Algunos vecinos en pijama lograron salir de sus viviendas; otros se replegaron en la parte trasera de los domicilios.
Manuel, uno de los residentes del edificio 45, dijo que la pipa “no explotó” porque estaba abierta la válvula de gas, que hizo la función de soplete, de otro modo “no lo estaríamos contando”
Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas atendieron a ocho adultos y cuatro menores con crisis nerviosa, intoxicación y quemaduras leves, un hombre de 33 años con esguince en el tobillo izquierdo y un bebé de dos meses, sin que fuera necesario el traslado hospitalario. Mientras, otras 700 personas fueron desalojadas de sus domicilios en lo que los bomberos sofocaron el incendio y realizaron los trabajos de enfriamiento.
Por su parte, integrantes de comités ciudadanos llamaron a las autoridades capitalinas a trabajar de la mano con sus homólogas del estado de México para que se verifique el estado que guardan las pipas de gas.
La mayoría de esas unidades, explicaron Rafael Guarneros, del comité fundacional de la Asociación de Residentes Hipódromo II, y Quetzal Castro, del Comité de Participación Ciudadana de Hipódromo II, señalaron que la mayoría de las gaseras se ubican en la entidad mexiquense.
La falta de mantenimiento o mal estado de las unidades pueden provocar este tipo de incidentes, sobre todo cuando “no se cumplió con el protocolo de protección civil, porque mucha gente permaneció, entre ellos un policía, que pudo terminar carbonizada”, señalaron.