El Censo de Población y Vivienda 2020 arrojó que las personas que se autoidentifican como afrodescendientes son cerca del doble de lo que se reportó en la Encuesta Intercensal de 2015, ya que pasaron de ser 1.4 millones, es decir 1.16 por ciento de los habitantes del país, a poco más de 2 millones 576 mil, lo que equivale al 2 por ciento, destacaron organizaciones. Señalaron que estos datos permitirán un mejor diseño de las políticas públicas para garantizar plenamente sus derechos.
Zenaida Pérez, coordinadora del Programa de Mujeres Indígenas y Afrodescendientes del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), resaltó el trabajo que se realizó previo al levantamiento al Censo 2020 para poder obtener estos datos. “Se emprendieran campañas de sensibilización sobre todo de autoreconcimiento", dijo.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 50.4 por ciento de los afromexicanos son mujeres y 49.6 por ciento son hombres. El estado Guerrero cuenta con el mayor número de ellos, ya que el 8.6 por ciento de la población se identificó como tal; le sigue Oaxaca, con 4.6 por ciento y Baja California Sur con 3.3 por ciento.
Pérez indicó que estos datos se tienen que traducir en que las instituciones de gobierno atiendan las situaciones de exclusión, pobreza, falta de empleo y educación que ha enfrentado la población afrodescediente.
Gabriela Iturralde, miembro de Afrodescendencias en México, investigación e incidencia, dijo que las políticas públicas “son impostergables”. Indicó que una de las cuestiones centrales es la educación, no sólo en cuanto al acceso a ella sino a que en los planes y programas de estudio se incluya este tema. “Esto con el propósito de ir cada vez más eliminando prejuicios, estereotipos y omisiones” que han derivado en prácticas discriminatorias contra estas comunidades.