El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) prevé tener un “diálogo abierto y franco con el gobierno” federal, y presentará “propuestas muy concretas” en diversos rubros, principalmente se centrará en temas como el outsourcing, el glifosato, los transgénicos e incentivar las agroexportaciones, señaló Juan Cortina Gallardo, nuevo presidente del organismo empresarial.
En entrevista con La Jornada, reiteró que en este año electoral el CNA seguirá manteniéndose neutral, porque “lo que importa para el sector agroalimentario es que seamos totalmente apartidistas y más en estos tiempos (de pandemia y crisis económica).
Reconoció que algunos aspectos “hay visiones distintas”, entre los agroempresarios y la administración federal, pero que debe haber “diálogo y un espíritu sincero de colaboración y de construcción”.
No obstante “no quiere decir que estemos de acuerdo con políticas que afecten a nuestro sector; estamos hablando del tema del outsourcing, del glifosato y de los maíces transgénicos y el decreto de diciembre. Son temas que nos preocupan y que nos van a ocupar ahora con el diálogo con el gobierno”.
Sobre el glifosato destacó que “la posición es la misma que articuló Bosco (de la Vega, su antecesor en el cargo) y remarcó que las decisiones sobre el herbicida deben “basarse en ciencia, y no en ideologías, porque si les quitan el uso de ese herbicida a los productores, no solo se les cae la producción, sino que se les sube de manera muy importante los costos, y lo que terminará pasando es que vamos a dejar de producir millones de toneladas, y vamos a empezar a importar”.
El también presidente de la Cámara de la Industria Azucarera, aseveró que “no existen” opciones al glifosato, y el gobierno, que estableció su eliminación gradual, desde ahora al 2024 “se va a dar cuenta que no las hay”.
Subrayó que “el glifosato está aprobado en todo el mundo, no es dañino” y descartó que si se encuentra “alguna ruta alternativa” ésta “pueda ser igual de eficaz, igual de costo-eficiente”. Si así ocurriese “los productores mexicanos van a estar encantados de usarla, pero si no se encuentra no podemos prohibir el uso”.
Sobre el outsourcing explicó que los productores “no pueden tener gente contratada los 12 meses del año, no hay manera que lo hagan” debido a la estacionalidad de los cultivos “en todas las operaciones a campo abierto, las cosechas duran de dos a tres meses, el resto del año esa gente se va moviendo a otros lugares”.
Es similar en las “operaciones intensivas, que son los invernaderos; trabajan de siete a ocho meses del año”.
Además, dijo que “muchos productores pequeños que no tienen capacidad administrativa para estar manteniendo una nómina, y contratan a terceros que les ayudan en esos procesos”.