Al menos siete organizaciones de comerciantes callejeros se disputan importantes calles del perímetro B del Centro Histórico como si fueran tierra de nadie.
Entre esas zonas están avenida Juárez y la calle Ángela Peralta, ubicada en el lado poniente del Palacio de Bellas Artes; la Alameda Central y las calles Dolores, Ayuntamiento e Independencia.
En la lucha por apoderarse del espacio público figura una agrupación de feministas que opera en la calle Ángela Peralta, un grupo de indígenas mazahuas liderado por Gilberto Sánchez García, cercano a la lideresa María Rosete, y la familia Barrios, que lleva años extendiéndose hacia el barrio chino, en las calles Dolores, Independencia y Ayuntamiento. A estos grupos se suman otros que aducen tener “antecedentes, permisos y recibos de pago o con una ocupación histórica”, advierte Sofía Dinorah Trejo, lideresa de la Unión de Marchantes en Movimiento AC desde 1995.
Estas agrupaciones históricas son: Coordinadora de Comercio Ambulante (Coca) desde 1990, liderada por Federico García; Comerciantes Independientes, el grupo que representa Esperanza Alcántara y la que ella misma dirige.
A esos grupos hay que sumar ambulantes al servicio de algunos restaurantes y ópticas.
Con más de 20 años en la actividad informal, Trejo narra que a la disputa por el espacio público “se suman los intereses de inspectores de la vía pública y de la policía en zonas como la Alameda Central, quienes cobran cuotas de cien pesos al día por la instalación”.
Trejo asegura que, en contraparte, “los grupos desalojados de la Alameda en 2012 han mantenido libre de vendedores la misma, aunque los mazahuas encabezados por Gilberto Sánchez se han mantenido los fines de semana mediante un conflicto violento y el control de cuotas y vendedores del grupo cercano a María Rosete”.
Comenta que hasta la mitad de la administración pasada la ocupación de la calle Dolores sólo se toleraba el Año Nuevo chino, pero desde finales de la misma, “la familia Barrios se ha encargado de tomar toda la calle, desde avenida Juárez hasta Ayuntamiento, así como las bocacalles en las cuadras perpendiculares, alcanzando una concentración de hasta 300 vendedores, lo que obstruye pasos y salidas del comercio establecido, vecinos, caminantes y paseantes al ser muy angostas las calles”.
Empero, “se promueven operativos de relumbrón afuera de las plazas Teresa y Meave, pero dejando el resto de las calles libres para su saturación hasta con dos o tres hileras de puestos y pagos de hasta 200 pesos al día”.
En avenida Juárez “existen focos de conflicto debido a peleas por los espacios a la altura de la librería Gandhi, donde se concentran hasta 40 comerciantes callejeros amparándose en el movimiento feminista”.
Otro grupo de comerciantes vinculado a Morena se ubica frente al Hemiciclo a Juárez “hasta con 100 artesanos en cuatro hileras los fines de semana”.
En tanto, un grupo de ambulantes que se “dice independiente disputa la calle desde José Azueta hasta Balderas, mientras Barrios controla la calle de López a Luis Moya hasta con 140 vendedores, y Gilberto Sánchez García, y afiliado al Partido del Trabajo, disputa avenida Juárez, de Doctor Mora a Balderas, en la acera norte, sobre la plaza Solidaridad.