El empresario Carlos Slim Helú fue dado de alta del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde fue ingresado hace una semana para tratar el coronavirus, confirmaron fuentes cercanas a Grupo Carso.
Las fuentes revelaron a La Jornada que el ingeniero se encuentra en su casa desde el pasado 28 de enero para terminar de recuperarse y su salud “está muy bien”. Arturo Elías Ayub, director de alianzas estratégicas de América Móvil, también confirmó a Reuters la información.
La noche del pasado jueves el también yerno del hombre de negocios dijo en entrevista telefónica que Slim Helú celebró su cumpleaños 81 en el nosocomio que se encuentra al sur de la Ciudad de México, aunque ese mismo día fue dado de alta.
Esa fecha se encontraba “súper, súper bien… ya está de salida de todo esto”, aseguró.
El 25 de enero Carlos Slim Domit, presidente del Consejo de Administración de Grupo Carso, comentó en Twitter que su padre asistió al Instituto Nacional de Nutrición de manera preventiva para realizarse análisis clínicos, monitoreo y tener tratamiento oportuno. “Está muy bien y ha tenido una evolución muy favorable al Covid a más de una semana de síntomas menores”, dijo en esa ocasión.
Slim Helú es el hombre más acaudalado del país y de América Latina, pues su fortuna está estimada en 58 mil 500 millones de dólares, según la revista Forbes, que lo coloca en el puesto 21 de los millonarios del planeta.
El ingeniero por la UNAM es propietario de Grupo Carso, Grupo Sanborns, Carso Infraestructura y Construcción, así como América Móvil, la telefónica dominante en el mercado latinoamericano.
Por conducto de la Fundación Carlos Slim ha colaborado con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se produzcan y se distribuyan 250 millones de dosis de la vacuna contra el Covid-19 creada por la Universidad de Oxford y el laboratorio británico AstraZeneca.
Además, coadyuvó para que el Centro Citibanamex se convirtiera en un hospital provisional para atender a personas enfermas de coronavirus. El que fuera uno de los centros de convenciones más importantes de la capital mexicana ahora cuenta con 600 camas para pacientes.