Viena. Unas cinco mil personas, entre ellas neonazis, salieron a la calle el domingo en Viena para protestar contra las restricciones impuestas para frenar la pandemia, a pesar de que la manifestación no estaba autorizada.
La víspera, la policía había prohibido la protesta, después de que una movilización anterior, a mediados de enero, congregara a diez mil personas, muchas de ellas sin máscara y sin respetar las distancias de seguridad.
Pero, según las fuerzas de seguridad, varios miles de personas participaron en la marcha, convocada por el partido de extrema derecha FPÖ, que calificó la prohibición de "escandalosa".
Entre los participantes figuraban militantes neonazis y "hooligans".
Los manifestantes, que se dirigían al Parlamento y provocaron cortes en la circulación, se negaron a dispersarse. La policía efectuó varias detenciones.
Esta semana, el exministro del Interior, Herbert Kickl, miembro de FPÖ, hizo un llamado para salir a la calle el domingo en protesta contra el toque de queda y el tercer confinamiento en vigor.