París. Agentes policiales usaron ayer cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar una protesta en París, que se extendió a otras ciudades francesas, contra la Ley de Seguridad Global, que penaliza la difusión de imágenes de agentes de las fuerzas del orden.

Un grupo de jóvenes violentos vestidos de negro, que se unieron a la movilización pacífica contra el proyecto de la reforma en la plaza de la República, cerca de las 17 horas, lanzaron objetos y petardos contra los elementos de seguridad. Durante los choques, las autoridades detuvieron a varios provocadores.

La movilización –cuyos asistentes no respetaron el distanciamiento social ante los elevados contagios de Covid-19– contó con el apoyo de los chalecos amarillos y representantes de la comunidad cultural que piden la reapertura de cines, museos y teatros cerrados por la grave crisis sanitaria ocasionada por la pandemia.

Las protestas pacíficas también se desarrollaron en Estrasburgo, Rennes, Chambéry, Arras, Toulon y Clermont-Ferrand. En Montpellier, unas 3 mil personas, según la prefectura, se manifestaron en un ambiente festivo acompañado de música techno. Asistieron jóvenes que defienden el derecho a organizar fiestas aun con emergencia sanitaria.

El proyecto de Ley de Seguridad Global, aprobado en noviembre pasado en primera lectura por la Asamblea Nacional de Francia, señala multa o prisión de un año por difundir la imagen de un policía o gendarme en ejercicio de sus funciones u otros elementos de su identificación, con el fin de “atentar contra la integridad física o mental” del agente.

La ley desató fuertes críticas y manifestaciones de la comunidad de periodistas, quienes temen que se les prohíba filmar o fotografiar las acciones de la policía en las protestas, restringiendo la libertad de los medios de comunicación.

La coordinadora #StopLoiSecuriteGlobale y #StopLeydeSeguridadGlobal exige la retirada total del polémico proyecto de ley, en particular de su artículo 24, que prevé sanciones por la difusión maliciosa de imágenes de agentes.

El 16 de enero las protestas reunieron a unas 34 mil personas en distintos puntos Francia, según el Ministerio del Interior; 200 mil según los convocantes. En la jornada fueron detenidas 75 personas y 12 policías resultaron heridos. La más reciente gran manifestación nacional fue el 28 de noviembre, con 133 mil asistentes, según el ministerio.