Bruselas. Funcionarios de la Unión Europea (UE) reconocieron ayer que se cometió un “error” al invocar los poderes de emergencia del Brexit de Irlanda del Norte durante un enfrentamiento con Reino Unido por la distribución de las vacunas contra el Covid-19, y Londres dijo que esperaba que su suministro no fuera interrumpido.
La UE renunció desde el viernes a incluir a Irlanda del Norte en el mecanismo de control de exportación de las vacunas, después de que el gobierno británico le reprochó que comprometía los acuerdos post-Brexit referentes a la isla de Irlanda.
Al contrario de lo definido inicialmente por el bloque, la Comisión Europea (CE) “no activa la cláusula de salvaguardia”, que le habría permitido derogar de manera excepcional para las vacunas este protocolo destinado a evitar el restablecimiento de una frontera y controles aduaneros entre Irlanda, miembro de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte. El objetivo es mantener la paz en la isla.
Un funcionario de la UE dijo ayer que “es mucho mejor darse cuenta desde el principio de que algo podría ser un problema y cambiarlo, que quedarse firmes y cavar un agujero”, reportó la agencia de noticias Reuters. La fuente agregó que “tan pronto como se hizo evidente que habría una dificultad política y una sensibilidad allí, en particular en el lado irlandés y norirlandés, decidimos eliminarlo”.
Michael Gove, ministro del gabinete del Reino Unido, dijo ayer a la cadena Sky News que en la UE “han reconocido que han cometido un error y creo que ahora podemos concentrarnos en asegurarnos de que nuestro programa de vacunas sea exitoso”. Gove adoptó una nota conciliadora y describió a la UE como “amigos” que se habían equivocado, reportó el diario The Independent.
En medio de una disputa con la fabricante farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, y el gobernante británico, Boris Johnson, sostuvieron una llamada telefónica el viernes, en la que el premier “manifestó su seria preocupación por las posibles repercusiones que las medidas adoptadas hoy por la UE pudieran tener en las exportaciones de vacunas”.
La UE anunció su plan para endurecer las normas a las exportaciones de vacunas fabricadas en el bloque en medio de los temores de que algunas dosis, cuyo suministro acordó con AstraZeneca, pudieran ser desviadas a otras partes. La medida podría ser utilizada para bloquear envíos a muchos países ajenos a la UE y garantizar que toda compañía exportadora instalada en el bloque presente primero sus planes a las autoridades nacionales.
Irlanda del Norte y el Reino Unido arremetieron de inmediato contra la medida y afirmaron que el bloque invocó una cláusula de emergencia en su acuerdo de separación con Gran Bretaña, que podría permitirle suspender los envíos de la vacuna al pequeño territorio. La UE dijo después que no estaba invocando el artículo 16 del Protocolo sobre Irlanda del Norte, que permite a cualquiera de las partes cancelar secciones de su acuerdo.
Tras la disputa, el gobierno británico indicó que obtuvo garantías de que su abastecimiento de vacunas no se verá afectado tras los desacuerdos con la UE sobre las restricciones impuestas a la exportación de esos medicamentos.
Ante la controversia con la UE, la primera ministra norirlandesa, Arlene Foster, instó a reemplazar el acuerdo sobre Irlanda del Norte concluido en el marco del Brexit, por considerarlo “inaplicable”.