La ciudad alemana de Ulm, situada a 120 kilómetros al oeste de Múnich, volvió a instalar los refugios futuristas llamados como la empresa creadora, Ulmer Nest, en parques y otros lugares estratégicamente pensados para que las personas sin hogar los usen.
En Alemania hay alrededor de 860 mil personas que viven en la calle, por esa razón la compañía hace todo lo posible para ayudar.
Los refugios de madera y acero proporcionan aislamiento, privacidad y protección contra las inclemencias meteorológicas propias del invierno alemán, como el frío, la lluvia o la nieve, además de garantizar la circulación del aire.
También, están equipados con paneles solares y conectados a una red de radio que permite a sus ocupantes –máximo dos– comunicarse sin depender de las redes móviles.
Las cabinas cuentan con un sensor de movimiento que notifica a la asociación benéfica Caritas Ulm-Alb-Donau, o a los integrantes de Ulmer Nest que alguien ha pasado la noche en la cápsula. Al día siguiente, un voluntario se encarga de comprobar que ha quedado libre para poder limpiarla.
Ulmer Nest se desarrolló como un proyecto piloto respaldado por la administración municipal de la región para complementar la oferta de asistencia existente dirigida a personas sin hogar.
En invierno de 2019-2020, el departamento social municipal probó su uso práctico y fue valorado positivamente tanto por los usuarios como por los residentes locales.
De ahora en adelante, cada invierno las personas sin hogar que no pueden o no quieren pasar la noche en un albergue pueden utilizar las cápsulas para quedarse.
Este año los organizadores reconocieron en su página oficial de Facebook que retrasaron la instalación de las estructuras por la pandemia, pero que han llegado justo y ponerlas a disposición de los usuarios “a tiempo para las noches realmente frías”.
Las estructuras se sitúan en Karlsplatz y la otra en el antiguo cementerio.
“Incluso hemos visto algunos efectos con los que no soñamos, como los vecinos que ofrecen té caliente por la mañana a los huéspedes que pasan la noche”, asegura Florian, del equipo de Ulmer Nest.
Ediziones