La contaminación del aire por partículas suspendidas en zonas urbanas es un factor de riesgo que favorece la transmisión del Covid-19. Un aumento de un microgramo por metro cúbico en las PM 2.5 está asociado con un incremento de 8 por ciento en las tasas de letalidad por el coronavirus, aseveraron expertos en salud pública y materia ambiental.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de cada 10 habitantes en urbes respiran un aire sucio y a escala global la contaminación por partículas finas ocasiona la muerte prematura de 7 millones de personas al año.
Incluso, se considera que la contaminación urbana del aire podría convertirse en la principal causa medioambiental de muerte en el mundo en 2050. En el caso de México, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, 48 mil mexicanos fallecen de manera prematura anualmente.
Durante el foro Lecciones Aprendidas y Recomendaciones para la Respuesta Integral en Calidad del Aire y Covid-19 –organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la OMS y el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire– Luis Jorge Hernández Flórez, académico de la Universidad de los Andes, sostuvo que “la relación entre contaminación del aire e infección por Covid-19 está confirmada”.
De acuerdo con el también especialista en salud pública, existen fuentes de contaminación del aire externas, principalmente el transporte de carga diésel y los incendios forestales, que desde una “perspectiva sindémica es un factor que interactúa y aumenta el riesgo de circulación del Covid-19”.
En los espacios cerrados, añadió, la principal causa de contaminación es la que proviene del exterior por la presencia de partículas suspendidas PM 10 y PM 2.5, estas últimas son las más dañinas para la salud porque entran en el sistema sanguíneo, se alojan en los pulmones y pueden ocasionar cáncer.
“Hasta hace un año las gotas y el contacto de persona a persona se consideraban los mecanismos más fuertes de contagio (de coronavirus), pero estos aerosoles (partículas suspendidas) que se dan en el espacio intramural son un factor muy importante asociado a la transmisibilidad del Covid-19”, explicó Hernández Flórez.
Víctor Hugo Páramo, titular de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), señaló que por el confinamiento el tránsito vehicular se redujo y los contaminantes primarios también, pero aumentaron las partículas finas PM 2.5.
Por ello, en las grandes ciudades, la recomendación es que haya suficiente ventilación en los espacios cerrados. Lo adecuado es que se realce cuando la calidad del aire es óptima, ya que si las partículas suspendidas entran a los hogares, “no es nada bueno porque, como se mencionó, ya está plenamente demostrado que sí hay una relación entre mayor contaminación por partícula”, que son capaces de transportar el Covid-19.