Kabul. Los talibanes acusaron ayer a Estados Unidos de violar el acuerdo firmado en febrero de 2020 en Doha al perpetrar “bombardeos contra civiles”, después de que Washington les reprochó no haber respetado sus compromisos.
Los talibanes se comprometieron a respetar el acuerdo de Doha, que prevé la retirada total de las tropas estadunidenses de Afganistán de aquí a mayo, y “no violaron este pacto”, declaró Mohammad Naeem, portavoz de los insurgentes.
Pero los estadunidenses “lo infringen casi a diario con bombardeos contra civiles, casas y pueblos”, agregó, considerando que esos actos “no son sólo una violación del acuerdo, sino de los derechos humanos”.
El ejército estadunidense llevó a cabo en los meses recientes varios bombardeos contra los talibanes, en apoyo a las fuerzas gubernamentales afganas.
El jueves, el portavoz del ministerio estadunidense de Defensa, John Kirby, reprochó a los insurgentes el incumplimiento de los términos del acuerdo de 2020.
“Mientras no respeten su compromiso de renunciar al terrorismo y poner fin a los violentos ataques contra el ejército afgano (...) será difícil dirigirnos a un acuerdo negociado”, aseveró.
Es la primera vez que el gobierno del nuevo presidente Joe Biden se pronunció claramente sobre la cuestión.
El pacto firmado el año pasado prevé la retirada total de las tropas estadunidenses en mayo, siempre y cuando los talibanes se comprometan a no dejar que grupos “terroristas” actúen en zonas bajo su control y a no atacar a los militares de ese país.
Este acuerdo hizo posibles las primeras conversaciones de paz directas entre talibanes y el gobierno afgano, que comenzaron en septiembre en Doha, pero que aún no han logrado acuerdos concretos. Tampoco han conseguido que la violencia disminuya en Kabul ni en otras provincias afganas, donde son frecuentes los asesinatos de políticos, periodistas y defensores de derechos humanos.