Ciudad de México. La economía mexicana tuvo en 2020 la mayor contracción en nueve décadas. El producto interno bruto (PIB), que refleja el valor de los bienes y servicios generados en el país, se desplomó 8.5 por ciento el año pasado, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Fue el segundo tropiezo anual consecutivo, después de la caída de 0.1 por ciento en 2019.
El cierre de la economía por la pandemia de coronavirus fue el factor determinante del dato del PIB en 2020, el peor para un año desde 1932, cuando se desplomó 14.8 por ciento. La caída, no obstante, fue menos pronunciada de la pronosticada hace unos meses, cuando se anticipaban retrocesos en torno a 10 y 12 por ciento.
Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (BdeM), comentó ayer que el dato del PIB en 2020 resultó “mejor a lo anticipado”.
En el resultado final influyó el comportamiento de las actividades industriales, que aportan alrededor de 32 por ciento del PIB, y, de ellas, las que están más vinculadas con la economía de Estados Unidos, destino de 8 de cada 10 dólares de las exportaciones mexicanas.
Analistas de Citibanamex destacaron que el año pasado se observó una recuperación más marcada en la producción industrial que en los servicios, afectados estos últimos por el cierre de actividades determinado por la pandemia, como restaurantes, turismo o comercio.
En el cuarto trimestre de 2020 el PIB repuntó 3.1 por ciento respecto del tercero, mientras en comparación con octubre a diciembre de 2019 retrocedió 4.6 por ciento, de acuerdo con las cifras oportunas publicadas por el Inegi.
Como antecedente de fuertes contracciones en la economía está la observada en 1995, cuando el PIB retrocedió 6.3 por ciento, y la de 2009, provocada por la crisis financiera global, cuando la caída fue de 5.3 por ciento, según datos del Inegi.
La caída de la economía se originó por las afectaciones ocasionadas por la pandemia de Covid-19, enfermedad que obligó a cerrar por casi tres meses las empresas y negocios en el país, aunque desde junio comenzó la apertura gradual.
La producción industrial tuvo un aumento de 3.3 por ciento en el cuarto trimestre del año pasado, respecto del tercero. El sector servicios (poco menos de dos tercios del PIB) creció, en el mismo periodo, 3 por ciento.
Certidumbre y complejidad
El sector primario, que representa sólo 3 por ciento del PIB, cayó 2.6 trimestral. Julio Santaella, presidente del Inegi, señaló en su cuenta de Twitter que la disminución anual de 4.5 por ciento para el cuarto trimestre de 2020 representa una moderación de la contracción económica frente a los descensos de 18.7 y 8.6 por ciento observados en los dos trimestres anteriores, respectivamente.
El dato anual publicado este viernes es similar a las previsiones de diversos especialistas, menor al estimado por el BdeM y mayor al previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los Criterios Generales de Política Económica para 2021.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio González, consideró que la caída del PIB en 2020 “refleja la profundidad de la crisis”.
“La palabra clave para la recuperación económica es velocidad, es decir, la velocidad con la que podamos vacunar (contra Covid) a la ciudadanía, será la velocidad a la que podamos alcanzar el potencial de la economía y marcará el ritmo de la recuperación”, apuntó.
La confirmación de que la economía mexicana resintió en 2020 la mayor contracción en nueve décadas no modifica la perspectiva de que 2021 es un año con mayor certidumbre, pero a la vez más complejo, pues la recuperación de la actividad estará estrechamente ligada con la velocidad con que sea aplicada la vacuna contra Covid-19, consideró BBVA México, el banco de mayor presencia en el país.
“2021 será un año complejo porque estará ligado a la evolución de la pandemia… Es un año de mayor certidumbre aunque no de menor complejidad. Certidumbre porque sabemos dónde estamos parados hoy por los problemas de salud y del plan de vacunación, tendrá complejidad y lo estamos viendo en el arranque del año”, dijo Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México.