El gobierno de México por conducto de su embajada en Francia, y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) están haciendo las gestiones para detener la subasta de piezas de arte precolombino que realizará la casa Christie’s de París el próximo 9 de febrero, confirmó la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro país.
La puja reúne unas 37 piezas provenientes del actual territorio mexicano, de las cuales algunas podrían ser de reciente manufactura, señalaron especialistas a La Jornada.
Según ellos, algunos de los lotes reunidos en la subasta Quetzalcoatl: Serpent À Plumes (Quetzalcóatl: Serpiente emplumada) a simple vista serían “falsas piezas mesoamericanas”.
Los expertos sostienen que de las casi 40 piezas, la mayoría sí parecen ser auténticas, pero “probablemente salieron de forma ilegal del país”.
El Instituto Nacional del Antropología e Historia (INAH) difundió que, según un dictamen realizado la subasta, incluye piezas que corresponden a culturas originarias de México, razón por la cual forman parte del patrimonio de la nación.
Diego Prieto, titular del INAH, publicó en su cuenta de Twitter: “Hemos presentado la denuncia correspondiente. Seguiremos dando la pelea contra el tráfico ilícito de bienes culturales y por la recuperación de patrimonio mexicano en el exterior. Comerciantes y coleccionistas se amparan en las leyes permisivas que imperan en otros países”.
Una de las piezas consideradas de factura reciente por los analistas consultados es la catalogada con el número 23: Máscara teotihuacana, cuyo precio estimado es de entre 350 y 550 mil euros.
Según el catálogo de Christie’s, el objeto perteneció a la colección de William Spratling a inicios del siglo XX y luego a la de la Fundación Pierre y Tana Matisse.
El valor más alto de salida para un lote de esta subasta corresponde a una escultura de la diosa Cihuateotl, originada en Veracruz, por la cual esperan obtener entre 600 y 900 mil euros (entre un millón y medio y 2 millones 200 mil pesos)
Patrimonio mercantilizado
Ante el llamado de atención sobre la subasta, realizado en Twitter por el historiador y arqueólogo mexicano radicado en Alemania Daniel Salinas Córdova, la embajada en Francia respondió que ya se “solicitó que se detenga esta venta y que se evalúe la procedencia de las piezas, que son patrimonio de México”.
Salinas Córdova mencionó que “el hecho de que sean falsas, no importa tanto, porque se están vendiendo como originales. Lo que significa que el patrimonio se está mercantilizando, se está privatizando”.
“Puede que estas piezas sí hayan salido de México hace 70 u 80 años de forma ilegal, pues ya tenía leyes para proteger su patrimonio arqueológico, pero es algo que continúa. Al momento que se siguen subastando, se sigue inflando el precio, significa que siguen siendo saqueadas. Forma parte del mismo problema. Sean verdaderas o no, siguen haciendo mucho daño.”
En su opinión, “estos bienes históricos, arqueológicos, resto de bienes del pasado, deberían ser bienes públicos, de los cuales la sociedad en su conjunto pueda beneficiarse, disfrutar y conocer. No sólo viéndolos en una vitrina en un museo, sino también a través del estudio científico”.
Daniel Salinas explicó que el tratado de la Unesco contra el tráfico de piezas culturales de 1970 tiene el problema de que no es retroactivo, por eso “las casas de subasta prestan tanta atención en la procedencia de los objetos para probar que no las excavaron ayer. Se esmeran en tener algún registro antes de 1970. Si salieron en 1940, por ejemplo, es ilegal para la ley mexicana pero no para la ley internacional”.
Concluyó: “Esto aún muestra la desigualdad geopolítica en el campo internacional, en el cual los países de donde se sacan estros patrimonios tienen un límite de lo que pueden hacer”.
La casa subastadora francesa Binoche et Ginquello realizó este viernes una puja de más de un centenar de piezas, mayoritariamente hechas en el territorio que hoy ocupa México.