Ciudad de México. La Dimensión Episcopal de Pastoral de la Salud de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exhortó a no saltarse la fila en la vacunación contra el COVID-19 y sostuvo que esos biológicos son una de las mejores formas de enfrentar la pandemia en lo individual, y sobre todo en lo colectivo.
En conferencia de prensa virtual, Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo y responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Salud de la CEM dijo que debido al incremento de casos y hospitalizaciones por COVID-19 en el país, la iglesia católica conmemora a febrero como el mes de salud y llamó a extremar las medidas sanitarias preventivas y a no realizar reuniones familiares o fiestas, para evitar nuevos contagios.
Díaz Martínez, quien ya tuvo Covid-19, indicó que “poco a poco, pero va llegando la vacuna a México” y conminó a inmunizarse. “Se alienta, se anima a la comunidad a que esperemos nuestro turno con paciencia; no hay que buscar privilegios, hay que esperarnos. Todos tenemos derecho, y hay que seguir un orden para llegar al momento de ser vacunados.
“Se motiva a las personas a vacunarnos, por nuestro bien y por el bien de los demás. Hasta ahorita no tenemos otro medio más efciente en el mundo que la vacuna. Hay que acudir a lo que la ciencia nos ofrece hasta el momento. Lo más eficiente es la vacuna”.
Eugenio García del Río, secretario ejecutivo de la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Salud señaló que establecer un mes de la salud, responde a que “los contagios van aumentando considerablemente, y porque es un deber cuidar nuestra salud, porque es juntos como podemos lograr mejores resultados”.
Detalló las actividades: habrá una misa de inicio; reflexión doctrinal todos los días; un consejo para la buena saldud todos los días; una explicación de las enfermedades crónicas; horas santas; rosarios talleres para prevenir, curar y acompañar” y todo ello se transmitirá por las redes sociales de la CEM.
“Queremos motivar a las personas a seguir los consejos y las propuestas, seguir insitiendo en el uso correcto y continuo del cubrebocas, sana distancia, limpeiza de manos y abstenerse de fiestas familiares y populares”.
El arzobispo refirió que “nos preocupa a quienes trabajamos en la pastoral de la salud que los contagios siguen aumentando, y no podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de nuestra gente. Sentimos que como iglesia podemos hacer acciones provechosas en favor de nuestros hermanos, sobre todo en materia de prevención. No tenemos como iglesia muchos medios para curar, pero sí para prevención.
“Yo ya viví el contagio, y se sufre mucho” y dijo que si uno no contrae el virus se evitan preocupaciones a las familia. “Si prevenimos evitamos muchos gastos, porque es muy costoso” y destacó que se debe “usar cubrebocas correctamente, evitando fiestas de familia y de colonia. Podemos hacer mucho en bien de los demás”.
Dijo al personal sanitario de los hospitales Covid que “estamos preocupados por ustedes, hacemos oración por ustedes, y con los poquitos medios que los podemos auxilair cuenten con nosotros, estasmos con ustedes, no los hemos dejado solos. Hay varios sacerdotes trabajando con pacientes COVID”.
A quienes estan cursando la enfermedad o están convalescientes les recomedó “no tengan miedo, el miedo no es un aliado en este momento. Hay que superar el miedo. Hay que ponerle paciencia al momento que se está viviendo, porque a vece es lento (el desarrollo de la enfermedad) y hay que tener paciencia. Hay que reflexionar en lo que está pasando. Una medicina muy eficiente es la oración, les recomendamos se pongan en comunicación con Dios”.