Nueva York. El presidente Joe Biden, como parte de su ofensiva política inicial en sus primeros 10 días, se enfocó ayer en el acceso a servicios de salud tanto dentro como fuera de Estados Unidos, mientras el liderazgo demócrata en el Congreso deploró a los “enemigos” de la democracia dentro de la legislatura, y datos oficiales confirmaron que 2020 fue el peor año en crecimiento económico desde la Segunda Guerra Mundial.
Biden, al afirmar que continuaba con el esfuerzo para “deshacer el daño que hizo Trump”, firmó dos órdenes ejecutivas para ampliar el acceso a servicios de salud en Estados Unidos, que incluye la anulación de límites impuestos por el gobierno del magnate a la reforma de salud de Barack Obama. También anuló la medida impulsada por su antecesor prohibiendo el uso de fondos de asistencia internacional de Estados Unidos para servicios, entre ellos para información general sobre el aborto y restaurar el financiamiento al Fondo de Población de la Organización de Naciones Unidas.
A la vez, la vocera de la Casa Blanca Jen Psaki confirmó que el gobierno desea que todo habitante de Estados Unidos tenga acceso a las vacunas contra el Covid-19, incluidos migrantes indocumentados.
Y en torno de cambio en políticas, Psaki ofreció una respuesta ambigua respecto de si se podrían esperar cambios en otros rubros como la postura hacia La Habana, y afirmó: “nuestra política sobre Cuba está gobernada por dos principios: primero, apoyo a la democracia y los derechos humanos, eso estará al centro de nuestros esfuerzos; el segundo es que los estadunidenses, especialmente los cubanoestadunidenses, son los mejores embajadores para la libertad en la isla”. Agregó que se estarán evaluando las políticas del gobierno de Trump, y aseguró que “tomaremos nuestro propio camino”. No ofreció mayores detalles.
Delincuentes en el Capitolio
Mientras, continúan las tensiones entre legisladores a un par de semanas del juicio político a Trump por “incitar a la insurrección” contra el gobierno de Estados Unidos.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, declaró ayer que se requieren de más medidas de seguridad, ya que legisladores enfrentan amenazas de violencia de un “enemigo” dentro de las filas legislativas, agregando que eso “significa que tenemos miembros del Congreso que desean traer armas al pleno y que han amenazado con violencia contra otros miembros del Congreso”.
Aunque no la nombró en ese contexto, el comportamiento y declaraciones de la novata diputada republicana Marjorie Taylor Greene, quien ha expresado apoyo a las conspiraciones promovidas por el agrupamiento derechista QAnon y también ha declarado que los tiroteos masivos en escuelas fueron actuados y son ficticios, ha generado demandas por su renuncia, o por lo menos una condena oficial ante sus afirmaciones.
Activistas jóvenes, sobreviventes del tiroteo en una preparatoria en Florida donde 14 de sus compañeros y tres maestros perecieron por balas y que crearon la organización nacional de Marcha por Nuestras Vidas a favor del Control de Armas, divulgaron videos donde Greene los persiguió en 2019 cuando estaban visitando a legisladores en el Congreso acusándolos de ser “cobardes” e inventar la tragedia. Ellos y padres de víctimas han demandado que la diputada, quien ha sido designada un puesto en el Comité de Educación, sea expulsada del Congreso.
Al respecto y cuando le preguntaron su opinión sobre del caso de Greene, Pelosi declaró que es “absolutamente atroz” que los republicanos hayan instalado a esa diputada en el Comité de Educación, algo que “muestra el desdén (de los líderes republicanos) por la muerte de esos niños”.
Al mismo tiempo, cuando la diputada progresista Alexandra Ocasio-Cortez expresó ayer que se deben examinar las regulaciones que se están empleando para actividades especulativas en la Bolsa de Valores, el senador republicano conservador Ted Cruz, uno de los líderes del esfuerzo para descarrilar los resultados de la elección presidencial el día del asalto contra el Capitolio, tuiteó que estaba de acuerdo con Ocasio-Cortez. Pero de inmediato la diputada rechazó esa expresión bipartidista de un legislador que había deseado su muerte. “Estoy contenta de trabajar con republicanos sobre este tema… pero usted casi ordenó mi asesinato hace tres semanas, entonces quédese fuera de esto”, tuiteó. Agregó: “si usted quiere ayudar, renuncie”.
Un hombre de 71 años fue arrestado ayer cerca de la valla de seguridad alrededor del Capitolio luego de que se encontraron dos armas de fuego y municiones no registradas en su automóvil y propaganda denunciando el “robo” de la elección.
Paquete de rescate
Por otro lado, se confirmó oficialmente que la economía estadunidense padeció su peor año desde la Segunda Guerra Mundial, al contraerse 3.5 por ciento en 2020.
El gobierno de Biden usó la noticia para argumentar a favor de su masivo paquete de 1.9 billones de dólares para rescate y estímulo económico y de control de la pandemia que está ante el Congreso y que los demócratas desean promover la próxima semana. “El mensaje es claro. Sin acción rápida arriesgamos una continuación de la crisis económica que hará más difícil que los estadunidenses regresen al trabajo y se recuperen. El costo de la inacción es demasiado alto”, afirmó Brian Deese, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca.
Aunque la recesión no ha sido tan dramática como algunos pronosticaban, sus efectos siguen generando sufrimiento, sobre todo entre los más vulnerables. Han desaparecido casi 10 millones de empleos y unos 24 millones de adultos enfrentan dificultades para alimentar a sus familias.
En tanto, el líder de la minoría republicana de la cámara baja, Kevin McCarthy, fue a visitar al ex mandatario en su paraíso en Florida, indicando que Trump aún tiene poder sobre buena parte del Partido Republicano. Ahí anunció que el magnate prestará su apoyo a candidatos republicanos en la elecciones intermedias de 2022.
Vecinos distantes
Pero no todos están felices con la presencia del ex presidente en Florida; vecinos han expresasdo que prefieren no tener nada que ver con el hombre ni con su nombre. La junta directiva del complejo de condóminios conocido como Trump Plaza, en West Palm Beach, votó de manera unánime por remover el nombre del ex presidente de la propiedad, reportó el rotativo local Palm Beach Post. Más aún, vecinos del club de lujo Mar-a-Lago de Trump en esa zona están contemplando tomar acciones legales para evitar que esa sea su residencia pospresidencial permanente. El fin de semana pasado, una avioneta con una manta que decía el “el peor presidente jamás” sobrevoló esa área. Y legisladores estatales descartaron renombrar el aeropuerto de Palm Beach con el nombre del ex presidente.