México diseñó para este año un presupuesto “conservador”, sin cambios de política financiera por la crisis y el riesgo con éste es el de una recuperación más débil, consideró el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo calcula que la deuda del país se incrementó casi 10 puntos del producto interno bruto (PIB) el año pasado, para ser equivalente a 63 por ciento del tamaño de la economía, y así seguirá este 2021.
Con ello el déficit del balance fiscal repuntó hasta 5.2 por ciento del producto en 2020 y bajará a 3.5 por ciento del PIB en 2021.
Una de las razones del repunte de la deuda es la contracción de la actividad económica en 2020, calculada en 8.5 por ciento por el propio FMI. Aunque en términos nominales no crezca, el monto del pasivo resulta mayor como proporción de una economía más pequeña. Otra causa fue la depreciación del peso, que hizo crecer el valor en moneda nacional del débito, según ha explicado la Secretaría de Hacienda.
Aumento de la deuda
El Fondo Monetario Internacional revisó al alza este martes su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana este año, que pasó de 3.5 a 4.3 por ciento, ante la previsión de una recuperación de Estados Unidos, principal destino de las exportaciones de México.
El alza en el endeudamiento no sólo es en el caso de México. El organismo estima un incremento general de la deuda mundial derivado de los programas de apoyo en diversas economías. Sólo entre 2019 y 2020 el endeudamiento global tuvo un aumento de 14.1 puntos porcentuales.
“El apoyo fiscal mundial de 14 billones de dólares ha contribuido a salvar vidas y medios de subsistencia y ha mitigado los efectos de la pandemia en el consumo y la producción. Junto con la contracción económica que ha provocado menores ingresos, dicho apoyo ha provocado un aumento de la deuda pública y el déficit.”
Se estima que la deuda mundial alcanzará cerca de 98 por ciento del PIB a finales de 2020, en comparación con 84 por ciento que para la misma fecha tenía calculado el Monitor Fiscal publicado en octubre de 2019.
Mayores déficits
El organismo reconoció que las respuestas fiscales dependieron del acceso al financiamiento. En promedio, los déficits en 2020 se proyectan en 13.3 por ciento para las economías avanzadas; en 10.3 por ciento para las de mercados emergentes y de 5.7 por ciento para las de bajo ingreso.
Los déficits más altos en las economías avanzadas se explican por los aumentos en el gasto y la disminución de los ingresos, mientras en las economías de mercados emergentes, ingresos medios y bajos responde en gran medida al “colapso de los ingresos” causado por la baja en la actividad económica, explicó.
Detalló que el año pasado casi todas las economías avanzadas ofrecieron un gran apoyo fiscal para contrarrestar la crisis sanitaria y sus consecuencias económicas, por un total de 11.8 billones de dólares.
En contraste, los países de ingresos bajos buscan liberar parte de su deuda para frenar la pandemia. A finales de diciembre de 2020, 45 países, poco más de 60 por ciento de los elegibles, habían solicitado que se les considerar en la iniciativa de suspensión del servicio de deuda.
Esto se tradujo en 5 mil millones de dólares de obligaciones congeladas, es decir, 4.2 por ciento de lo que los países ricos gastaron de más para sortear la crisis en sus economías.