Las imágenes del fotógrafo Josef Koudelka venían a mi mente con la lectura del libro Entre literatura y filosofía, en homenaje a Evodio Escalante, que trascendían las coordenadas tradicionales de tiempo y espacio y la crítica de Evodio a la literatura que llegó con el exilio español en México. Filósofos y literatos de primer nivel: José Gaos, Eduardo Nicol, Eugenio Imaz, Juan David García Vaca, Joaquín Xirau, Juan Manuel Gallegos Rocafull y María Zambrano, que tanto significaron para la filosofía mexicana.
José María Espinaza nos dice: “en especial, y quiero subrayarlo, la breve, pero muy importante estancia de la filósofa malagueña entre nosotros, más en la medida del puente que tiende entre la filosofía y literatura ha sido muy transitado”. Ya sabemos lo importante que fue el pensamiento de la autora de El hombre y lo divino para la escritura del Arco y la lira y el Laberinto de la soledad.
Agregaría las discusiones de la filósofa española con Martin Heidegger superando a su maestro Ortega y Gasset. En alguna forma presentes en los trabajos filosóficos de Salvador Rocha y Mauricio González que con Evodio fueron alumnos de Ricardo Guerra.
Ese diálogo interior con el exilio, la guerra, el dolor, la depresión, la muerte y sobre todo la soledad del hombre en el mundo. Cada personaje, cada paisaje es un rencuentro con la propia condición de marginalidad del ser humano en el mundo que recrea en su literatura Evodio Escalante. Un rencuentro en el sentido freudiano del concepto, con el objeto primario de amor que, irremisiblemente perdido, se busca una y otra vez sólo para constatar que lo encontrado no es aquello que se perdió y que constituye el leitmotiv de nuestra búsqueda vital.
Koudelka plasma en sus imágenes la presencia de la ausencia, el hueco constitutivo del ser que nos compele a soñarnos completos y a buscar en la mirada del otro ese algo faltante que se escapa permanentemente y que fue buscado entre la filosofía y la literatura por Evodio Escalante acompañado, entre otros, aparte de los ya mencionados, por Lilia Solórzano, Alejandro Higa-shi, Marco Antonio Campos, Sergio Ugalde, Brenda Ríos, Rodrigo García de la Sienra, Karla Zurián, Freja Cervantes, Aureliano Ortega, Alberto Constante y Carlos Oliva.
El tiempo y el espacio se aproxima, en mi opinión a la concepción freudiana del tiempo y el espacio que rompen con los cánones establecidos de secuenciación progresiva. Atemporalidad y aespacialidad propias del inconsciente freudiano nos sorprenden cuando las vinculamos en la obra de Evodio Escalante.
Termino con un comentario de Sergio Ugalde sobre Alfonso Reyes que cita a Jorge Luis Borges: “Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir. Yo me jacto de aquellos que me fue dado leer”. Esta afirmación nos lleva a pensar que el legado de los escritores no sólo se encuentra en sus obras sino –y ante todo– en sus formas de leer. Ugalde destaca la forma de leer de Evodio a Alfonso Reyes. Y sigue...