Mucho se ha hablado del caos que ha significado la prohibición de la venta de cervezas durante la pandemia, de lo inútil que resulta la ley seca y ya los dueños de bares y discotecas se han organizado para pedir que se les permita abrir guardando las medidas sanitarias necesarias, pero nadie habla de la angustiante situación de cientos de personas que viven de la tradición etílica más antigua de la cultura mexicana: el pulque. Pocos saben que una vez que se comienza a raspar un maguey para extraer el aguamiel, que posteriormente se convertirá en pulque, ya no puede dejar de hacerse, pues si se detiene la extracción, al maguey le crece un jiote y ya no produce más pulque. Por eso, durante la pandemia se han tenido que tirar miles de litros de aguamiel, pues la venta cayó 70 por ciento y, a diferencia de otras bebidas, el pulque no se puede almacenar más de dos o tres días. Muchos tlachiqueros ya no pueden vivir del raspado del maguey. Así lo advierte Eduardo Albert, uno de los principales distribuidores de pulque en la Ciudad de México, quien antes de la pandemia vendía un promedio de 22 mil litros a la semana, pero ahora no reparte más de mil 500 litros a personas que venden pulque de manera callejera, en los zahuanes de sus casas o en alguno que otro que abre clandestinamente las puertas de sus expendios. “Los dueños de las pulquerías siguen resistiendo con la esperanza de abrir pronto pero, de 60 lugares a los que yo les vendía, al menos han cerrado definitivamente 20; no nos queda otra que seguir cascareando lo que va saliendo de chamba”, dice Lalo, nieto del legendario pulquero Nabor Martínez, quien fuera propietario de La Risa, emblemática pulquería de la calle de Mesones que, por cierto, ya tiene permiso de abrir nuevamente, pero hasta que termine la pandemia.
Pulque, patrimonio cultural
Por su parte, el más importante coleccionista de objetos, documentos y libros pulqueros, Javier Gómez Marín, sigue trabajando en la difusión de la cultura de este brebage y prepara tres libros que ya se encuentran en la imprenta, mismos que serán publicados por la Secretaría de Cultura de Puebla; uno de ellos reúne una selección de recetas de platillos cocinados con pulque desde la época colonial hasta nuestros días, también un diccionario de palabras vinculadas con esta bebida y el maguey, así como un catálogo de su colección pulquera, misma que será exhibida en magna exposición durante julio próximo en la ciudad de Puebla. No obstante, su principal apuesta es lograr que el pulque sea denominado patrimonio cultural de la humanidad.
Conferencia de gastronomía pulquera en Los Insurgentes
Bajo el título Maguey y pulque: patrimonio natural y cultural del mudo en la gastronomía mexicana, el coleccionista Javier Gómez Marín impartirá una conferencia magistral este sábado a las 8 de la noche vía Zoom, sumándose así a las actividades culturales en línea de la pulquería Los Insurgentes. La charla tendrá una duración de dos horas y no sólo incluye una selección de antiguas recetas culinarias donde se utiliza el pulque como ingrediente, sino que se exhibirán inéditas imágenes de la colección personal de Gómez Marín. Vale mucho la pena escuchar a este sabio estudioso de la más antigüa de las bebidas espirituosas mexicanas. Mayores informes, al correo: talleresinsurgentes@gmail.com
Taller de dibujo outsider y recital de poesía erótica
También en línea será el taller de dibujo outsider Los mounstros de nosotros, del pintor Felipe Posadas, quien ha preferido cultivar su obra en los subterráneos de la contracultura, pero que posee una sofisticada educación visual que quedará de manifiesto en el taller que impartirá en febrero vía Zoom (informes en talleresinsurgentes@gmail.com).
Y para este 14 de febrero, la atrevidísima poeta regiomontana Cecilia Barón ofrecerá un recital pornorrótico a partir de las 20 horas. La inscripción para participar de esta sugerente propuesta poética se puede confirmar en el mismo correo antes señalado. Mientras, la pulquería Los Insurgentes ya abrió sus puertas en su modalidad de restaurante de jueves a domingo de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Esperamos que en marzo comiencen a celebrarse actividades presenciales con motivo del 11 aniversario de la referida pulquería.