Washington. El presidente Joe Biden restableció ayer la prohibición de entrada al país de personas de Brasil, Irlanda, Reino Unido y los 26 que integran la Unión Europea (UE) a fin de evitar la propagación del coronavirus, cuando Estados Unidos registra más de 420 mil decesos y más de 25 millones 500 mil contagios.
Sudáfrica, donde fue detectada una nueva cepa mucho más contagiosa, fue agregado a la lista de países con los que se suspendieron las conexiones áreas, explicó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
A partir de este martes no podrán ingresar a Estados Unidos prácticamente todos los extranjeros que hayan estado en alguno de los países señalados en los 14 días previos a su llegada.
La última semana de su gestión, Donald Trump dispuso levantar esas restricciones a partir de hoy, pero el nuevo gobierno decidió mantener la suspensión de viajes internacionales hacia y desde esas naciones.
El principal epidemiólogo de Estados Unidos, Anthony Fauci, valoró positivamente la decisión y señaló que se examina la cepa detectada en Sudáfrica, pues “obviamente es una variante diferente, más nociva que la detectada en Reino Unido y creo que es prudente restringir la entrada al país a personas que no son ciudadanos”.
Los viajeros procedentes del extranjero, incluidos los estadunidenses, deben presentar una PCR negativa tomada 72 antes del vuelo y guardar cuarentena a su llegada.
La variante sudafricana no ha sido detectada en Estados Unidos, pero la británica sí ha sido vista en varios estados del país y ayer se reportó en Minesota el primer caso de la cepa encontrada en Brasil.
Fauci dijo que “las vacunas que tenemos son lo suficientemente eficaces tanto para la variante británica como para la sudafricana”, pero advirtió que existe la posibilidad de nuevas mutaciones, por lo que los expertos desarrollan antídotos.
En su ofensiva contra la pandemia, Biden declaró que en tres semanas el país podrá aplicar un millón de vacunas al día con un potencial de llegar a 1.5 millones.
“Inadmisibles”, retrasos en suministros de vacunas: UE
Los retrasos en las entregas de las vacunas anunciados por AstraZeneca son “inadmisibles”, sentenció la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, quien aseveró que la farmacéutica no dio suficientes aclaraciones en una reunión celebrada ayer sobre su decisión de ralentizar el suministro a la UE.
La UE ha autorizado hasta ahora dos vacunas para contener la pandemia (las de Pzifer/BioNTech y Moderna) y esperaba aprobar esta semana la de AstraZeneca, con el entendimiento de que la producción y distribución permitirían el despliegue inmediato.
El anuncio de los retardos en las entregas de AstraZeneca y los problemas de distribución verificados por Pfizer/BioNTech ponen en jaque el ritmo de las campañas europeas de vacunación.
El director ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot, denunció el comportamiento egoísta de algunos países para el combate de la pandemia durante un acto virtual del Foro Económico Mundial de Davos.
El logro de las primeras vacunas del Covid-19 pudo ser la ocasión de una gran celebración, afirmó Soriot, “desgraciadamente no lo fue porque hubo un comportamiento un poco de ‘yo primero’”.
Agregó que “a nivel global es justo decir que podríamos y deberíamos haber estado mejor preparados”.
Soriot no dio ejemplos de países concretos, pero al igual que en los primeros meses de la pandemia varias naciones se disputaron el acceso a material de protección sanitario, últimamente se vive una carrera mundial por adquirir vacunas.
En este contexto, la Comisión Europea exhortó a países de la UE a reforzar las medidas de pruebas y cuarentenas para viajeros y al mismo tiempo garantizar el cruce de productos y trabajadores entre las fronteras.
Peter Maurer, director del Comité Internacional de la Cruz Roja, dijo ante la conferencia virtual del Foro Económico Mundial de Davos que unos 70 países recortaron sus programas de vacunación contra otras enfermedades al centrar los esfuerzos en el Covid.
La farmacéutica Moderna indicó que su biológico demostró su eficacia contra las variantes detectadas en el Reino Unido y Sudáfrica, al tiempo que Merck y el Instituto Pasteur suspendieron el desarrollo de sus vacunas al no alcanzar los resultados esperados.
En Alemania comenzó en medio del caos la campaña de inmunización en Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado del país, con mensajes de error e imposibilidad de comunicarse por teléfono.
El saldo global por la pandemia es de 99 millones 573 mil 155 infectados y 2 millones 136 mil 248 muertos.