El cambio en la estrategia migratoria que el presidente de Estados Unidos Joe Biden ha anunciado –incluida la colaboración con México y el apoyo a Centroamérica– son un aliciente para la región, pero debe transformarse en mejores condiciones para quienes se ven forzados a dejar sus países, afirmaron especialistas en la materia.
Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración, y Mariana Zaragoza, experta en temas migratorios, coincidieron que en la administración del demócrata se podrían sentar las bases de una mayor colaboración con México en ese rubro y dejar atrás las presiones y amenazas que caracterizaron a Donald Trump.
Uno de los objetivos primordiales, dijeron las expertas, debe ser la atención a los más de 60 mil solicitantes de asilo y que son parte del programa de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP por sus siglas en inglés), también conocido como Quédate en México y que fue aplicado por Trump, lo que obliga a permanecer en territorio nacional a quienes han hecho la petición.
Kuhner indicó que en el caso del MPP habrá que colaborar con México para regularizar la situación de los miles de solicitantes de asilo que aún permanecen en territorio nacional –de acuerdo con estimaciones de autoridades de los dos países, la mayoría regresó o fue devuelta a sus naciones de origen– y garantizar sus derechos.
Subrayó que Biden poco ha dicho en torno al Título 42, con el cual bajo argumentos de salud y prevención del Covid-19 se ha expulsado a más de 400 mil solicitantes de asilo que han alcanzado la frontera sur de Estados Unidos.
En cuanto al apoyo para Centroamérica y abrir un camino a la regularización de 11 millones de migrantes que ya viven en territorio estadunidense, Kuhner estimó que será un proceso complejo debido a la división política y a que en el Senado hay 50 por ciento para cada partido. “No será fácil con la presión de los republicanos”.
Por su parte, Zaragoza subrayó que las medidas anunciadas por Biden representan un giro de 180 grados en las restrictivas estrategias que mantuvo Trump, y confió que en el caso del Título 42 el nuevo mandatario emprenda acciones para revertir esa política “violatoria de derechos humanos”.
Recordó que gran parte de los migrantes que intentan llegar al norte sufría en sus países una gran vulnerabilidad, particularmente de violencia extrema, por lo que requieren de la protección internacional que les pueden brindar México o Estados Unidos.