El Instituto de Verificación Administrativa (Invea) informó que impuso sellos de suspensión de actividades a siete restaurantes por proporcionar servicio en espacios cerrados y fuera del horario permitido, aunado a que durante la visita se detectó la venta y consumo de bebidas alcohólicas.
Dos comercios eran bares, los cuales fueron suspendidos por ser giros que no pueden operar durante el semáforo rojo.
Indicó que 74 restaurantes fueron apercibidos por ofrecer servicio en su interior, toda vez que se trataba de espacios cerrados.
Lo anterior, al continuar con los recorridos de supervisión y vigilancia para corroborar que los restaurantes atiendan las medidas sanitarias del programa Ciudad al Aire Libre.
El organismo dijo que del 18 de enero a la fecha, el personal del Invea visitó mil 137 restaurantes, de los cuales mil 54 cumplían con el servicio a comensales en áreas al aire libre y con servicio para llevar después de las 18 horas.
Los recorridos se realizaron en el Centró Histórico, los corredores Zona Rosa, Roma y Condesa, en la alcaldía Cuauhtémoc; Lomas de Chapultepec, Polanco y Escandón, en Miguel Hidalgo; Narvarte, Del Valle, Nápoles y Mixcoac, en Benito Juárez, y La Joya, Residencial Acoxpa y Prados Coapa, en Tlalpan.
El Invea advirtió que continuará estas acciones a efecto de vigilar el cumplimiento de las medidas de protección a la salud y con ello inhibir el contagio y la propagación del Covid-19.
En tanto, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados en Miguel Hidalgo, Martha Melazzo, señaló que el sector restaurantero “no aguanta un nuevo cierre y estamos haciendo todo para evitarlo, por lo que no vamos a permitir que ningún negocio viole las disposiciones de las autoridades capitalinas” para poder operar en semáforo rojo.
Comentó que poco más de una tercera parte de los restaurantes en Polanco abrieron –230, de un total de 600–, y la mayoría de los dueños ha tenido que pedir préstamos para salir adelante. Los ahorros “se han acabado y hemos echado mano de tarjetas y créditos bancarios, pues no sólo está en juego nuestro patrimonio, sino el trabajo de cientos de personas, desde nuestros trabajadores hasta proveedores y agricultores, entre otros”.