Brasilia. Varias manifestaciones en las principales ciudades de Brasil pidieron ayer lanzar un proceso de destitución contra el presidente, Jair Bolsonaro, en un movimiento impulsado por partidos y organizaciones de izquierda. En Brasilia la manifestación, convocada principalmente por el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Comunista de Brasil, tuvo 10 kilómetros de largo.
La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, aseguró que un juicio político contra el mandatario ultraderechista no generaría inestabilidad política. “La inestabilidad ya está con esta crisis tan grave”, subrayó.
También hubo movilizaciones en Río de Janeiro y Recife, mientras en São Paulo la manifestación tuvo lugar cerca de la sede de la Asamblea Legislativa estatal.
En Belo Horizonte, la cita fue frente al estadio Mineirão y en Salvador hubo una protesta sobre ruedas que reunió a unos 500 autos.
Otras formaciones de la oposición, pero de tinte más conservador, como el Movimiento Brasil Libre o Ven Para la Calle, convocaron a sus seguidores para hoy.
El cacique Raoni Metuktire, emblemático defensor de la Amazonia, pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue por “crímenes contra la humanidad” a Bolsonaro por “perseguir” a indígenas, destruir su hábitat e ignorar sus derechos.
La denuncia, segunda contra el mandatario ultraderechista desde julio ante este organismo en La Haya, asegura que desde su llegada al poder en enero de 2019 “la destrucción de la selva amazónica se ha acelerado sin medida”. Señala también que esta política conduce a “asesinatos”, “traslados forzados de poblaciones” y “persecuciones”, que constituyen “crímenes contra la humanidad” en virtud del Estatuto de Roma de la CPI. “La destrucción de la selva amazónica”, que es indispensable para regular el clima, sería “un peligro directo no sólo para los brasileños, sino también para toda la humanidad”, subraya el texto publicado por el diario francés Le Monde.
Lula agradece la solidaridad de Caracas
En tanto, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva agradeció al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, su gesto de solidaridad al enviar oxígeno a Manaos, capital del estado Amazonas (noroeste), que enfrenta el colapso del sistema sanitario.
Cinco camiones cisterna, cada uno cargado con cerca de 25 mil metros cúbicos de oxígeno, arribaron a esa ciudad la noche del martes, tras dejar Venezuela el sábado pasado.
En una carta publicada en la página lula.com.br, el fundador del PT calificó de grandeza política la acción de Maduro con el pueblo de Manaos “en la crisis por la falta de oxígeno hospitalario, resultado de la falta de responsabilidad del gobierno en nuestro país”.
Lula subrayó que “tan pronto como conquistemos de nuevo la democracia en Brasil, restableceremos las relaciones políticas civilizadoras con el gobierno y pueblo hermano de Venezuela”.
La fiscalía brasileña pidió ayer a la Corte Suprema que abra una investigación para apurar la conducta del ministro de Salud, Eduardo Pazuello, en el enfrentamiento a la pandemia del nuevo coronavirus en Manaos, luego de que varias personas murieron la semana pasada en los hospitales por la falta de oxígeno.