Guadalajara, Jal., Este domingo vence el plazo para que se resuelva la situación jurídica de 37 personas, entre ellas algunas mujeres, que fueron detenidas por policías estatales la tarde del viernes en la caseta Acatlán de la autopista Guadalajara-Colima, y que según el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, son personas violentas llegadas de otras entidades para hacer disturbios en Jalisco.
La captura la efectuaron policías estatales coordinados con la Guardia Nacional, luego de que los supuestos manifestantes armados con palos, piedras y hasta bombas molotov se negaron a abandonar la garita donde permitían el libre paso a los automovilistas.
En tanto, el viernes en la noche, el mandatario publicó en sus redes sociales que “hoy, de nueva cuenta, un camión lleno de personas violentas de otros estados, bien organizadas y armadas con palos, tubos, pirotecnia y hasta bombas molotov, llegaron al estado para –supuestamente– ‘liberar casetas’ y pedir dinero a cambio”.
Explicó que “agredieron a quienes trabajan en los módulos y cuando llegó el personal operativo de la Secretaría de Seguridad Jalisco no aceptaron el diálogo como opción, e incluso intentaron incendiar y atropellar a los elementos de seguridad. Así como suena”.
Llegaron de otros estados a violentar: Alfaro
Pese a que en un mensaje posterior, ya cerca de medianoche, el secretario de Seguridad Pública de Jalisco, Juan Bosco Agustín Pacheco Medrano, dijo que entre los manifestantes también había personas de Jalisco, Alfaro se empeñó en preguntarse por qué el grupo estaba integrado por sujetos de otras entidades federativas que vinieron a tratar de violentar el “estado de derecho” que se vive aquí.
Los policías decidieron detener a los inconformes porque, según la narrativa oficial, uno de ellos arrojó una bomba molotov con la intención de lesionar a uniformados, quienes además tras las detenciones mostraron que estos individuos tenían botellas y estopas para fabricar más de estos explosivos caseros.
El fiscal Gerardo Octavio Solís dijo que recaban pruebas para que en un plazo de 48 horas se resuelva la situación de los apresados. Este arresto es el primero que se realiza, luego de que por varias semanas han sido tomadas casetas, sobre todo en las vías del sur de Jalisco.
