Ciudad de México. La pandemia de Covid-19 no detuvo la construcción de las primeras 100 sedes definitivas del Programa de Universidades del Bienestar Benito Juárez García (UBBJG), y en breve se inaugurarán los 85 planteles concluidos, proceso que ya se inició en algunas unidades académicas a las que acudió el presidente Andrés Manuel López Obrador, informó Raquel Sosa Elízaga, directora general del organismo coordinador de estas instituciones.
En el primer semestre de 2021, detalló, se espera terminar la edificación de las 140 unidades con que contará el programa, mientras en las próximas semanas se iniciará la segunda fase de construcción en diversas sedes, a fin de ampliar su infraestructura con talleres y laboratorios.
Destacó el caso de la Posada del Sol en la Ciudad de México, inmueble donado por el gobierno capitalino y que albergará una escuela de derecho y otra de medicina integral. “Tenemos muy avanzado el proyecto ejecutivo, porque fueron levantamientos muy complejos de seguridad estructural y del estado del edificio, que en más de 70 años no había sido tocado”, indicó.
Sosa Elízaga explicó que se trabaja en coordinación con la Secretaría de Obras capitalina y con la subdirección general del Patrimonio Artístico Inmueble de Bellas Artes, por lo que “esta semana esperamos tener un dictamen mucho más claro sobre lo que se debe restaurar, reforzar y, particularmente, proteger lo que dio origen a la catalogación de este edificio como monumento arquitectónico”.
En entrevista con La Jornada, anunció que la comunidad de las UBBJG también colaborará con el Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19, por lo que “solicitamos nuestro registro, pues tenemos cerca de 3 mil voluntarios, entre profesores y alumnos”. Esta cifra, sostuvo, podría incrementarse.
El propósito es apoyar en las acciones para inmunizar a poco más de 3 millones de adultos mayores que residen en comunidades rurales alejadas. Aclaró que los voluntarios de la UBBJG “no necesariamente van a vacunar, aunque los que tienen conocimientos de salud pueden hacerlo, porque participan con las jurisdicciones sanitarias”.
Revisión de contenidos
Agregó que con una población de poco más de 28 mil alumnos, de los cuales 12 mil cursan estudios vinculados con la salud –medicina integral, enfermería y veterinaria– en la UBBJG “estamos iniciando una revisión muy interesante para precisar y enriquecer los contenidos en función de la atención a necesidades específicas de las comunidades; incluso estamos incorporando indicadores de desempeño en relación con el impacto que tenemos en las comunidades, lo cual es novedoso”.
Se da a los programas educativos personalidad y características acordes con cada una de las sedes (porque no son iguales los problemas de las unidades de Yucatán que las de Puebla) y el modelo se va arraigando en la comunidad en la que trabaja.
Sin embargo, indicó, el énfasis en el trabajo comunitario de la UBBJG “no sólo se ha mantenido, sino que se ha enriquecido, pues también se busca que las actividades de aprendizaje sean mucho más significativas en función de las necesidades que enfrentamos en las propias comunidades”.
La pandemia, reconoció, también permitió mejorar los mecanismos de comunicación con sus estudiantes y avanzar en los procesos de digitalización, tanto de expedientes de alumnos como de las propias sedes y sus etapas de construcción.
Ante los cuestionamientos sobre la calidad de los programas que imparten, consideró que “son opiniones que no tienen fundamento; no conocen los planes de estudio ni los avances que tenemos en relación con la comprensión de los propósitos de cada formación profesional y de las actividades que se realizan para que los alumnos se desarrollen profesionalmente”. Y destacó que pese a la emergencia sanitaria “fueron pocos los estudiantes que no pudieron continuar; incluso incrementamos al doble la matricula”.