Para que haya transparencia en una democracia no bastan los institutos y los organismos de vigilancia, sino que se requiere una labor honesta y profesional de la prensa, aseveró en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el ex presidente de Ecuador Rafael Correa. Pero en distintos países latinoamericanos la prensa “ha robado la verdad”, pues al estar en manos de las élites “sólo ha buscado hundir a sus enemigos”.
La prensa mala, deshonesta, es mortal para las democracias, dijo al responder a preguntas de internautas en la conferencia magistral a distancia Revolución Ciudadana y el cambio de época en América Latina”.
Correa señaló que en Ecuador y otros países latinoamericanos “tenemos por ley, por Constitución, rendición de cuentas, informes, pero no nos engañemos, eso no es suficiente si se quiere hacer trampa”.
Invitado por la Secretaría General de la Universidad, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, el ex gobernante ecuatoriano señaló que está convencido del rol fundamental de la prensa.
“En una democracia, tiene el deber sagrado de ser guardiana de la verdad. Y cuando la propia prensa te roba la verdad, como ha pasado en América Latina, es gravísimo, porque mienten los periodistas y entonces también lo hacen los políticos, la academia, los jueces, los militares, todo el mundo”.
Señaló que para garantizar la transparencia en una sociedad “se pueden hacer los organismos, los institutos que quieran, pero se necesita una buena prensa, que defienda la verdad, que informe, que no manipule”.
Agregó que cuando los funcionarios no hagan correctamente su deber, la prensa debe decirlo, pero se manifestó en contra de que la prensa “sea cómplice de mentiras garrafales”.
Tras señalar que la prensa mala, que no defiende la verdad, es mortal para las democracias, señaló que “lamentablemente la prensa latinoamericana no es mala, es recontramala, propiedad de las élites, y busca sólo ayudar a sus amigos, y hundir a los enemigos”.