Ciudad de México. La salud del cardenal emérito, Norberto Rivera Carrera es “estable”, señaló Hugo Valdemar Romero, ex vocero del prelado durante su gestión al frente de la Arquidiócesis Primada de México, quien detalló que el prelado fue internado el 12 de enero por complicaciones del Covid-19.
“Es el cuarto día que satura bien su oxigenación, y todos sus demás signos están bien. El no presenta factores de riesgo, tiene muy buena condición física, no es diabético, no es hipertenso; es un hombre que hace deporte, se cuida”.
Aunque tiene 78 años de edad, en general ha sido saludable, pero sigue en terapia intensiva con sedación e intubado, dijo a La Jornada, Valdemar Romero, quien actualmente es canónigo penitenciario de la Catedral Metropolitana.
Lo ocurrido con el cardenal expuso que “en medio de la pandemia estamos (los sacerdotes diocesanos) desamparados a nivel médico, y por eso existe mucha preocupación”.
Durante la gestión de Rivera Carrera “había un sistema de seguro muy bueno con el Grupo Angeles, generalmente nos atendían en el Hospital Mocel o el Angeles que está por Coapa”.
Expuso que Carlos Aguiar Retes Arzobispo Primado de México, “metió un nuevo seguro que se iba a pagar con las cuotas de las parroquias, que las subieron mucho, justamente para cubrir este seguro”, al cual calificó como “pésimo”, pues no contempla la atención de Covid-19.
Aunado a ello se habría dejado de pagar la segunda cuota del año, debido a las dificultades económicas que originó el coronavirus. Recriminó que no se les haya informado oficialmente esa falta de pago, como sí se hizo en la arquidiócesis de Puebla.
Así que cuando Rivera Carrera, ya delicado por el Covid-19 se enteró que la póliza estaba vencida desde septiembre, acudió a un hospital privado.
“Solo nos dicen que nos cuidemos, y que han hecho contrato con hospitales públicos, pero eso es decorativo, porque cualquier persona tiene acceso a los hospitales públicos”.
En entrevista el religioso narró que “cuando empezó esto del Covid, y un padre acudía por atención médica, le decían que el seguro, para sorpresa nuestra no cubría el Covid. No entendemos qué clase de seguro es: es un seguro médico de gastos mayores que no te cubre esta enfermedad”, lamentó.
“Cuando don Norberto acude al hospital le dicen que el seguro no lo cubre, y además que no está vigente porque al parecer se iban a ser dos pagos, uno a principio de año y el otro la mitad, y al parecer estaba vencido desde septiembre y no estaba renovado.
“Por eso tuvo que irse al privado; llegas mal (por el Covid), no vas a andar peregrinando. El cardenal tiene el derecho como lo tienen todos los sacerdotes de estar asegurado. Ellos (la Arquidiócesis) cometieron un error al no pagar el seguro, que asuman la responsabilidad”.
Contó que ante, en su caso “yo por mi cuenta me aseguré por mi cuenta; viendo que este seguro no cubre Covid busqué mi propia opción, y es lo que los sacerdotes deberían hacer” y estimó que en medio de una pandemia la arquidiócesis debió enviar a todos una circular “diciendo que desde el segundo semestre no estamos cubiertos con el seguro y que además como o cubre Covid, que cada quien busque su opción”.
Sostuvo que lo ocurrido con el cardenal emérito fue una “negligencia”, que Aguiar Retes quiere justificar con el argumento que Rivera Carrera prefirió irse a un hospital privado, cuando a su parecer en un momento crítico el cardenal decidió lo más expedito.
En cuanto al pago de los servicios de salud que recibe Norberto Rivera aclaró que “no se ha pedido un apoyo abierto al público, yo estoy confiado en que reaccione la arquidiócesis y asuma la responsabilidad. De alguna manera eso saldrá, lo más importante es que se recupere”.