Ciudad de México. La Asociación Sindical de Pilotos de Aviación de México (ASPA) destacó que siempre que ha sido necesario apoyar a Grupo Aeroméxico, los pilotos han actuado de forma “responsable”, y por eso han firmado muchos convenios para apoyarla. Lo hicieron por la pandemia H1N1 en 2009, y ahora con el coronavirus no ha sido la excepción.

El gremio refrendó su “disposición al diálogo para encontrar una solución que permita a la empresa cumplir con el inversionista”, pero rechazó que la administración pretenda aprovechar la “coyuntura” del Covid-19 para “vulnerar de manera permanente las condiciones de trabajo, y que la negociación sea bajo la amenaza de terminar nuestro Contrato Colectivo de Trabajo (CCT)”.

Hizo un desglose de los apoyos desde 2004 a la fecha a brindado a la aerolínea para que Aeroméxico y Aeroméxico Connect tengan viabilidad y crezcan. “Cuando ha sido necesario apoyar la viabilidad de las aerolíneas de Grupo Aeroméxico e impulsar su crecimiento en el mercado, los pilotos hemos actuado de manera responsable firmando múltiples convenios de ayuda, con compromiso hacia nuestra fuente de empleo”.

Los capitanes han cedido en más de una vez, congelando sus salarios, como ocurrió en 2004 cuando signaron un convenio de introducción del Boeing 737, y se congeló por dos años el salario de las tripulaciones”. Dos años después aceptaron un aumento de percepciones menor a la inflación y “toda la planta incrementó sus jornadas de vuelo mensuales a 90 horas y disminuyeron sus recesos”.

En 2008 “Banamex adquirió las aerolíneas y el acuerdo temporal se convirtió en permanente. Se firmó revisión multianual por cuatro años, y se prorrogó el convenio del Boeing 777. La empresa se comprometió a mantener una flota mínima de 50 aviones para 2021 y 60 para 2012, lo cual no cumplió”.

La semana pasada Grupo Aeroméxico solicitó a las autoridades laborales la terminación de los CCT con sus pilotos y sobrecargos para hacer frente a la situación financiera por la pandemia de COVID-19.

La ASPA agregó que en 2005 por el convenio de introducción del Boeing 777, los pilotos redujeron nuevamente sus recesos y aumentaron de 80 a 90 horas sus jornadas mensuales de vuelo, y en 2007 firmaron un nuevo acuerdo para “apoyar la viabilidad financiera de las aerolíneas; esos ahorros representaron 33 millones de dólares, pero en dos años no hubo incremento salarial y el ahorro real fue de 39 millones de dólares”.

Tres años después se creó el “Contrato B que consistió en reducciones de 42 por ciento en las percepciones de los pilotos para que la empresa pudiera enfrentar la crisis del virus H1N1”.

El año pasado “fuimos el primer grupo de trabajadores en respaldar la viabilidad de las aerolíneas luego de la declaración de pandemia por Covid-19; firmamos dos convenios de disminución salarial, flexibilidad operacional y permisos sin goce de sueldo, generando un ahorro por mas de mil millones de pesos”

Y este año “estamos en negociación de un nuevo convenio, temporal y retributivo para apoyar a Grupo Aeroméxico en su restructura por el capitulo 11” de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.