Aun cuando descalificó una vez más el desempeño de la justicia estadunidense en el caso del general Salvador Cienfuegos, por hacer “una investigación incipiente”, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que no es partidario de una escalada en la situación, y se pronunció por nuevos términos para la cooperación bilateral. “Si el fiscal general dice: ‘Voy a llevar el asunto a instancias internacionales’, yo ahí ya no me meto. Yo digo: no. Respeto mucho a Alejandro Gertz, pero creo que lo mejor es nada más definir bien las reglas, sin estridencias”.
México busca una colaboración sin injerencismo: “necesitamos ponernos de acuerdo para trabajar de manera conjunta; tienen que definirse bien las reglas, cómo va a ser la cooperación, porque antes había una intromisión indebida, violatoria de nuestra soberanía por parte de las agencias de Estados Unidos, demasiado protagonismo, al grado que hasta opinaban los embajadores de Estados Unidos sobre asuntos internos de México, y se les permitía”.
Subrayó que, como lo hiciera en la carta que le entregó en 2012 al ahora presidente de Estados Unidos, Joe Biden, México no pretende una relación basada en la cooperación militar: “no queremos que la relación con Estados Unidos se sostenga en eso, queremos que haya cooperación para el desarrollo, no en cuestión militar. No queremos que nos den helicópteros artillados, como sucedía, o que manden agentes más allá de lo normal en una cooperación, incluso para dirigir operaciones, o para infiltrarse en instituciones de México. Eso ya no”.
Una vez que se hizo público el expediente de Cienfuegos enviado por Estados Unidos –porque “no nos iban a creer”–, de su contenido se desprende “hasta preguntarse ¿y de parte de quién? ¿Cómo es posible que sin pruebas se inicie un proceso en contra de un mexicano? Yo no soy partidario que se escale este asunto, creo que es cosa de respeto. Si antes los gobiernos permitían y se quedaban callados ante violaciones a la soberanía, ahora no; es distinto”.
–¿Cabría una investigación contra la DEA (agencia estadunidense antidrogas, por sus siglas en inglés)?
–No, es que, ¿cómo vas a juzgar a alguien si no hay pruebas? Ni en México ni en Estados Unidos. Independientemente de ser una situación jurídica, es un asunto ético, es poner la ética por delante.
“Lo que no se puede es fabricar delitos. Es una vergüenza”.
En la misma conferencia donde el mandatario habló sobre Cienfuegos, el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, se refirió al impacto del caso en el Ejército.
Reivindicó la institucionalidad castrense y aseguró que el Ejército colabora en las investigaciones que involucran a algunos integrantes en hechos como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Además, puntualizó, en la Sedena se tiene claro cuándo un asunto es competencia de la jurisdicción militar y cuándo es del orden federal.
“Si alguno de nuestros elementos, en el cumplimiento de sus misiones, comete errores, tendrá que responder ante ello; pero esos errores de forma particular creo que no dañan la imagen de una institución.”