Durante el año pasado 184 mil 468 mexicanos fueron deportados de Estados Unidos, según cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
Los operativos no cesaron pese a la pandemia, al contrario, se reforzaron en zonas fronterizas y todo el territorio del vecino país.
Aunque esta cifra es menor a la de 2019, cuando se registró un acumulado de 211 mil 241, el promedio de repatriaciones es alto, por encima de 15 mil casos mensuales. Del total, poco más de 90 por ciento fueron hombres.
De todos los casos 6.4 por ciento fueron menores de edad, de los cuales 16.2 por ciento viajaban solos sin la compañía de un familiar adulto.
La mayoría de las deportaciones son realizadas desde las garitas terrestres, sobre todo en las de Tamaulipas (55 mil 591) seguidas por los puntos de entrada localizados en Baja California y Sonora. En menor escala se encuentran Coahuila y Chihuahua.
El año pasado por la contingencia sanitaria hubo repatriaciones vía aérea por seis terminales, en mayor medida por la de Guadalajara, Jalisco, y la Ciudad de México.
Los destinos principales de los adultos deportados fueron Baja California, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y Oaxaca, mientras los menores viajaron a Guerrero, Tamaulipas, Chiapas, Oaxaca y Michoacán.
De la misma manera se registraron algunas deportaciones de mexicanos desde Canadá.