Desde inicios de este año, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, fue notificado por el consorcio Braskem-Idesa sobre las medidas legales que interpuso para defender la inversión de 5 mil 200 millones de dólares ejercidos en la construcción de la planta Etileno XXI en Nanchital, Veracruz.
Sin embargo, el consorcio formado por la brasileña Braskem y la mexicana Idesa dejaron abierta la puerta para lograr un acuerdo tras alguna negociación.
En una comunicación a los inversionistas, Braskem-Idesa reveló que inició medidas legales para lograr el cumplimiento de las obligaciones contractuales a fin de proteger su inversión en México.
La controversia surgió por un contrato suscrito en 2010 entre el consorcio y Pemex de largo plazo por 20 años y 15 prorrogables para el suministro de etano, que obligó a la petrolera a proporcionar el gas a precio preferencial. Además, de no poder Pemex suministrar el volumen señalado del gas se impondrían multas a la empresa productiva del Estado. Sobre las penalizaciones (daños recuperables), Braskem-Idesa ha explicado que son parte de las cláusulas y son aplicables a las dos compañías.
Pemex apeló a la revisión de las cláusulas del contrato (firmado durante la administración panista de Felipe Calderón Hinojosa), calificado de “leonino” por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El consorcio señaló que “estas medidas legales prevén un periodo de remediación y negociación, en el que se buscará una solución entre las partes”.
A principios de diciembre del año pasado, Braskem-Idesa advirtió que acudiría a los tribunales para defender su derecho a recibir gas natural en su planta Etileno XXI, debido a que afectará a cientos de negocios que dependen de la cadena de valor, perjudicando a la petroquímica nacional y la economía en su conjunto.
El Centro Nacional de Control del Gas Natural cortó el último día de noviembre de 2020 el servicio por vencimiento del contrato de suministro firmado por tres años y acusaciones de corrupción.
Etileno XXI ha estado en el centro de una indagatoria de corrupción vinculada a la brasileña Odebrecht, su empresa matriz. Braskem informó en aquella ocasión a la comunidad financiera nacional e internacional, clientes, proveedores, empleados y colaboradores que, en cumplimiento de sus responsabilidades fiduciarias y corporativas, tomaría acciones en el marco de la ley para defender su derecho y patrimonio.
Ahora, Braskem-Idesa informó que regresaron parcialmente a la producción de polietileno con base en un modelo de negocio experimental, siguiendo protocolos de seguridad y reduciendo el impacto en la satisfacción de la demanda de la industria plástica mexicana.
En medio de las negociaciones la empresa brasileña ha ofrecido la construcción de una planta criogénica contigua a Pajaritos, con una inversión de más de 200 millones de dólares, que también beneficiaría a la petroquímica nacional. Incluso este proyecto está considerado en el Plan Nacional de Infraestructura