Madrid. Por primera vez, los científicos han utilizado con éxito cámaras satelitales junto con el aprendizaje profundo para contar animales en paisajes geográficos complejos.
Para esta investigación, los satélites Worldview 3 y 4 utilizaron imágenes de alta resolución para capturar elefantes africanos moviéndose en medio de bosques y pastizales. El sistema automatizado detectó animales con la misma precisión que los humanos pueden lograr.
El algoritmo que permitió el proceso de detección fue creado por la doctora Olga Isupova, científica informática de la Universidad de Bath. El proyecto fue una colaboración con la Universidad de Oxford y la Universidad de Twente en los Países Bajos.
Isupova señaló en un comunicado que la nueva técnica de topografía permite escanear vastas áreas de tierra en cuestión de minutos, ofreciendo una alternativa muy necesaria a los observadores humanos que cuentan animales individuales desde aviones en vuelo bajo. A medida que recorre la tierra, un satélite puede recopilar más de 5 mil kilómetros cuadrados de imágenes en cuestión de minutos, lo que elimina el riesgo de contar dos veces. Cuando hay nubes, el proceso se puede repetir al día siguiente, en la próxima visita del satélite.
La población de elefantes africanos se ha hundido durante el siglo pasado, principalmente debido a la caza furtiva y la fragmentación del hábitat. Con aproximadamente 415 mil elefantes de la sabana africana en libertad, la especie está clasificada como en peligro de extinción.
“El seguimiento preciso es esencial si queremos salvar la especie”, dijo la doctora Isupova. “Necesitamos saber dónde están los animales y cuántos hay”.
El monitoreo por satélite elimina el riesgo de molestar a los animales durante la recolección de datos y asegura que los humanos no resulten lastimados en el proceso de conteo. También simplifica el recuento de animales que se mueven de un país a otro, ya que los satélites pueden orbitar el planeta sin tener en cuenta los controles fronterizos o los conflictos.
Este estudio no fue el primero en utilizar imágenes satelitales y algoritmos para monitorear especies, pero fue el primero en monitorear de manera confiable a los animales que se mueven por medio de un paisaje heterogéneo, es decir, un telón de fondo que incluye áreas de pastizales abiertos, bosques y cobertura parcial.
“Este tipo de trabajo se ha hecho antes con ballenas, pero por supuesto que el océano es todo azul, por lo que contar es mucho menos desafiante”, indicó Isupova. “Como se puede imaginar, un paisaje heterogéneo dificulta la identificación de los animales”.
Los investigadores creen que su trabajo demuestra el potencial de la tecnología para apoyar a los conservacionistas en su difícil situación de proteger la biodiversidad y frenar el progreso de la sexta extinción masiva, el evento de extinción en curso desencadenado por la actividad humana.
“Necesitamos encontrar nuevos sistemas de vanguardia para ayudar a los investigadores a recopilar los datos que necesitan para salvar las especies amenazadas”, precisó Isupova.
Los elefantes africanos fueron elegidos para este estudio por una buena razón: son el animal terrestre más grande y, por tanto, el más fácil de detectar. Sin embargo, Isupova tiene la esperanza de que pronto sea posible detectar especies mucho más pequeñas desde el espacio.
“La resolución de las imágenes de satélite aumenta cada dos años, y con cada aumento podremos ver cosas más pequeñas con mayor detalle”, mencionó, y agregó: “Otros investigadores han logrado detectar nidos de albatros negros contra la nieve. Sin duda, el contraste de blanco y negro lo hizo más fácil, pero eso no cambia el hecho de que un nido de albatros es una undécima parte del tamaño de un elefante ”.