Después de darse a conocer que el cardenal emérito Norberto Rivera Carrera está internado por Covid-19 en un hospital privado y que la Arquidiócesis de México no se hará cargo de los gastos médicos, el área de comunicación de esta Iglesia expuso que por protocolo la atención para estos casos se hacen en nosocomios del sector salud público y en los privados que tienen convenio con el gobierno, por lo que quienes deciden estar en otros hospitales -como el arzobispo emérito- lo hacen con recursos propios.
En una tarjeta informativa, explicó que la decisión de que los obispos y sacerdotes reciban la atención médica por Covid-19 en hospitales del sector salud “la ofrecemos ante la situación económica que vive la Iglesia en todo el país y en comunión y solidaridad con lo que viven miles de mexicanos durante esta pandemia y a los que acompañamos a través de nuestra oración diaria”.
Añadió que la Vicaría del Clero es la instancia de la Arquidiócesis encargada de acompañar a los obispos y sacerdotes durante su enfermedad, manteniendo contacto, apoyando y dando seguimiento a su estado de salud.
En el caso del cardenal Norberto Rivera, indicó que el arzobispo Carlos Aguiar Retes designó a un sacerdote que ha estado desde un inicio al pendiente de sus necesidades.
Ayer, el sacerdote Hugo Valdemar, director de Comunicación de la Arquidiócesis en el periodo de Rivera Carrera, dijo que el arzobispo emérito se encuentra intubado y aunque el lunes estuvo grave e incluso “tuvimos temor de que falleciera”, el martes mejoró bastante.