Madrid. Por primera vez en la historia, un equipo de científicos, dirigido por la Universidad de Bristol, describió con detalle la cloaca de un pequeño dinosaurio del tamaño de un labrador, llamado Psittacosaurus.
Aunque la mayoría de los mamíferos tienen diferentes aberturas para estas funciones, la mayor parte de los vertebrados poseen una cloaca, que es un orificio multiusos en el cuerpo de muchos animales, incluyendo lagartos, tortugas y aves, que se utiliza para aparearse, poner huevos, orinar y defecar.
Aunque ahora sabemos mucho sobre los dinosaurios y su apariencia como criaturas emplumadas, escamosas y con cuernos, e incluso qué colores lucían, no conocemos nada sobre cómo aparece el respiradero. Pero una reconstrucción del único dinosaurio fosilizado con cloaca que existe puede ayudar a mostrar cómo se apareaban los animales prehistóricos.
En 2016, en la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, Reino Unido, Jakob Vinther y sus colegas (el paleoartista Robert Nicholls y la doctora Diane Kelly, experta en penes de vertebrados y sistemas copulatorios de la Universidad de Ma-ssachusetts Amherst) evaluaban evidencia de camuflaje en la piel bien conservada de un dinosaurio de pico de cuerno de un metro de largo, llamado Psittacosaurus, cuando se dieron cuenta de que el animal también parecía tener una cloaca sorprendentemente intacta.
Vinther y sus colegas convirtieron el fósil, aplanado por años de compactación, en un modelo digital 3D para comparar la cloaca del Psittacosaurus con la de otros animales. La mayoría de las aves, que evolucionaron a partir de dinosaurios, no tienen pene y se reproducen usando “besos cloacales”.
Vinther cree que el Psittacosaurus no hizo esto. Su cloaca tenía dos solapas de piel que cubrían la mayor parte del respiradero, dando una apariencia más parecida a la de la cloaca de un cocodrilo que a la de un pájaro. Los cocodrilos machos tienen un pene que emerge de la cloaca; el equipo de Vinther sospecha que el Psittacosaurus también lo hizo y que las solapas de piel podrían tener glándulas almizcle ocultas que producían aromas sexualmente atractivos.
Inusual aspecto
El estudio, publicado en Current Biology, muestra que la cloaca contiene grandes cantidades del pigmento melanina. Vinther inicialmente pensó que era para proteger contra la infección microbiana, pero se halla en la piel externa, en lugar de dentro del cuerpo, por lo que “probablemente es para hacer que la cloaca destaque”. Tal señalización visual es inusual, dice Vinther, quien presume que el Psittacosaurus podría haber atraído a sus parejas como lo hace un perro, mediante la combinación de la visión y olfateando alrededor de la región de la cola.
“Nunca antes habíamos tenido una visión tan cercana y personal de un dinosaurio, al menos en esta parte de la anatomía”, dice Thomas Holtz, de la Universidad de Maryland. Holtz señala que un ejemplar hace que sea difícil extrapolar cuán típicas serían estas características en los Psittacosaurus y en los dinosaurios en general.
La cloaca es única en su apariencia, pero exhibe características que recuerdan a caimanes y cocodrilos, que son los parientes vivos más cercanos a los dinosaurios y otras aves.