Víctor Barrón es un empresario que, pese a la reapertura de restaurantes, sigue vendiendo pantallas y enseres de cocina para rescatar su negocio ubicado en el Centro Histórico.
El lugar se encuentra en el primer piso de un edificio ubicado en la esquina de las calles 5 de Febrero y República de Uruguay, y pese a que varias mesas se encuentran cerca de ventanales y a una distancia de metro y medio, no se les permitió reabrir porque no es una terraza formalmente.
Desde noviembre comenzó a vender proyectores y dos pantallas donde transmitían partidos de futbol los viernes, sábados y domingos, días en los que el restaurante se llenaba de clientes que consumían tacos y cervezas antes de la pandemia de Covid-19.
Para Víctor fue un alivio saber que con la apertura de restaurantes el año pasado -que permitía poco más de la mitad de su aforo-, podía sobrellevar la crisis, sin embargo, a partir del regreso al semáforo rojo, la situación económica ha empeorado por lo que volvió a poner en venta varios objetos.
Los remates
En chats con empresarios, Barrón puso en venta un proyector a 11 mil pesos, un refrigerador a 3 mil pesos, una cava para vinos a 5 mil pesos, una pantalla de 43 pulgadas a 5 mil pesos, y una freidora a 17 mil pesos.
Con la venta de estos enseres busca paliar la crisis económica que vive ante la falta de clientes en su restaurante, del cual dependen varias familias; a decir de él, su negocio pende de un hilo y no ha cerrado debido a que su arrendador ha sido flexible con los pagos.
“Estamos muy apretados, no alcanzamos a cubrir la renta y para ayudarnos seguimos vendiendo cosas del restaurante, cosas que ahorita no son esenciales, que podemos prescindir de ellas, pero desafortunadamente estamos apretados, ya se nos acabaron los ahorros.
“Todavía tenemos esperanza de que a finales de enero las autoridades nos dejen trabajar y meter a los clientes al restaurante, que nos den permiso al 30% para poder salir con los gastos, con la nómina”, comentó Barrón.