Con grupos de “golpeadores”, engaños, amenazas y pagos, Banca Mifel ha desalojado a 35 familias que habitaban el inmueble de Puebla 261, colonia Roma, pese “a la existencia de amparos, a fin de construir una torre de 15 niveles”, denunciaron vecinos.
Los contratos tampoco fueron respetados y, aprovechando la pandemia, el 30 de noviembre desalojó a tres familias con el apoyo de alrededor de 100 policías y 50 cargadores que no usaban cubrebocas.
En unos minutos, explicaron, “invadieron el inmueble utilizando la fuerza desmedida hacia las familias que denunciaron la falta de una notificación previa y el actuario encargado no presentó identificación alguna”.
Como consecuencia, “varias familias resultaron contagiadas de Covid-19 a los pocos días de haberse realizado el desalojo y una perdió la vida”, por lo que solicitaron a la Jefatura de Gobierno decretar una moratoria de desalojos y darles la oportunidad de tener una vivienda.
Hace cuatro años, explicaron Elizabeth García y Roberto Zaragoza, el dueño del inmueble les ofreció vendérselo en 14 millones de pesos y, “antes de respetar el derecho de tanto a que teníamos derecho, se lo dio a dicho grupo financiero”.
El ofrecimiento de adquirirlo y hasta pagar la multa que representaría echar abajo ese acuerdo no tuvo eco, e inició la expulsión de los primeros inquilinos, con ofrecimientos de hasta 45 mil pesos, con el argumento de que el edificio estaba mal estructuralmente.
La compra de un inmueble aledaño, ubicado en el número 259, permitió a los trabajadores dañar “nuestro edificio y crearon un socavón que dañó un muro divisorio, que usaron para espantar a algunas familias de que estaba dañado y corrían riesgo”.
Oponen resistencia
Unas aceptaron el dinero ofrecido y a otras “se nos ha amenazado, intimidado y hasta han enviado a grupos de golpeadores en los de- salojos para sacarnos, pero hemos aguantado porque hay amparos interpuestos y ganados, los cuales no ha respetado”.
García comentó que, en este momento hay 10 familias en el inmueble, quienes han resistido al “abuso físico y sicológico por parte de personas ligadas a Banca Mifel, que ha intentado apoderarse del inmueble cometiendo una serie de ilegalidades”.
Para evitar su desalojo, estuvieron depositando por algún tiempo la renta y de manera paralela interpusieron amparos, pues el inmueble, ubicado a tres calles de Insurgentes y Reforma y a espaldas de avenida Chapultepec, continúa a nombre de su dueño.
Señalaron que guardias privados invadieron una de las viviendas y “vigilan quién entra y quién sale, y existe el temor de que continúen los desalojos, que han sido varios, y ante la falta de actuación de las autoridades hasta pensamos que están encubriéndolos”.