Ante las críticas del Departamento de Justicia de Estados Unidos por el procedimiento en México en torno al general Salvador Cienfuegos, el presidente Andrés Manuel López Obrador reviró en contra de la actuación estadunidense. “No es posible que se lleve a cabo una investigación con tanta irresponsabilidad, sin sustento y que nos quedemos callados”. Acusó a quienes “armaron esto” de actuar sin profesionalismo y carentes de ética para redondear sus imputaciones: “es el parto de los montes”.
Dedicó gran parte de su conferencia a la secuela del caso Cienfuegos, en la cual destacó que México no quiere rupturas sino cooperación sobre la base del respeto a la soberanía. No tiene por qué interrumpirse la colaboración –dijo– pero en el marco de la legalidad y la confianza, por eso se hizo la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, en la que están ya las bases para la cooperación.
Confió en que habrá buena relación con el gobierno de Joe Biden, porque “creo que hay bastante comprensión del gobierno estadunidense”, pero descalificó las bases de la indagatoria de la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) de ese país:
“Todos los casos tienen que probarse, no se puede fabricar delitos a nadie. ¿Cómo a partir de fotografías de pantallas de teléfonos se va a culpar a alguien? Eso lo podemos hacer cualquiera, se fabrican esas pruebas y se integra un expediente. Pudo ser que hicieron la investigación, pero ¿cómo llegan a la conclusión de que el responsable es ‘El Padrino’ Zepeda? Hay muchísimos errores en el expediente, contradicciones. Empiezan a investigar supuestamente un tiempo y al final todavía se están preguntando los delincuentes si es o no es Zepeda. Ellos mismos.”
Sobre la negativa a aceptar equipos de detección de armas que ofreció el gobierno estadunidense, sostuvo que su administración pretende una solución más profunda, alejada del Plan Mérida, cuando enviaban equipos militares, “no, queremos control en Estados Unidos de la venta de armas. Al aceptar eso, ‘ahí les mando unos equipos y ya no vamos a poder hablar sobre lo que nos importa tanto’. Nos importa el que haya registro de la venta de armas en Estados Unidos (…) ya basta de simulación”.
Defendió la decisión de abrir el expediente enviado por las autoridades estadunidenses porque de locontrario surge la sospecha. En los hechos existen dos expedientes: el que hizo público la cancillería y el que abrió la Fiscalía General de la República, que está testado por disposición legal. “Lo que hicimos fue lo correcto, es ético, independientemente del derecho”.
López Obrador señaló que la cancillería constató que contenía todas las pruebas del expediente, “si hay otras y hablan de reabrir el expediente, adelante, tienen que empezar de nuevo, porque una de las cosas que solicitamos antes de que se tomara la decisión o enviáramos el expediente a la fiscalía, fue constatar que habían mandado todo y hay constancia” de que lo hicieron.
Consideró que las críticas contra la decisión, incluso de allegados a su movimiento, le confieren credibilidad a la investigación estadunidense. Ironizó sobre esas descalificaciones que parten de que “estamos influenciados por las series, donde todo es perfección, laboratorios, centros de investigación, forenses especializados, de allá surge el 007. Es increíble que se haga una investigación así. Pues sucede”.
–¿No cree que esos agentes son los que hacen el trabajo que los nuestros no hacen?
–Tenemos un plan para garantizar la paz. Además, no podemos permitir que agentes extranjeros se hagan cargo de funciones que corresponden al gobierno de México; solamente mediante acuerdos de cooperación, con reglas bien definidas.