Washington. Ante la crisis económica provocada por el Covid-19, Janet Yellen, la futura secretaria del Tesoro de Joe Biden, llama a fortalecer los gastos y preocuparse luego del déficit fiscal.
"La pandemia devastó" la economía estadunidense, dijo Yellen, de 74 años, en su audiencia de confirmación ante el Senado. "Los daños son enormes (…), nuestra respuesta también debe serlo", enfatizó.
Biden, que asumirá el miércoles, presentó la semana pasada un plan de emergencia por 1.9 billones de dólares al que seguirá un plan de reactivación que debe precisarse aún, si es aprobado en el Congreso.
"Hay un consenso actualmente: sin nuevas acciones, corremos el riesgo de una recesión más larga y más dura ahora, y cicatrices para la economía a largo plazo", argumentó Yellen.
Oposición de los republicanos
El papel de esta prestigiosa economista, ex presidenta de la Reserva Federal, especialista en desempleo, comprometida con el cambio climático y favorable a apoyos económicas amplios, será tratar de que la mayor economía mundial se recupere de sus crisis actual.
Miles de pequeñas empresas cerraron por las restricciones impuestas para contener la pandemia de coronavirus, al tiempo que millones de personas perdieron su empleo.
"Voy a enfocarme desde el primer día en brindar ayuda a los trabajadores estadunidenses y las pequeñas empresas, a poner en práctica rápida y eficazmente el plan de socorro que fue adoptado recientemente y luego, en un segundo tiempo, trabajar en el segundo paquete de ayuda que considero necesario para atravesar estos momentos oscuros", añadió.
Yellen se refería al plan de rescate de 900 millones de dólares adoptado a fines de diciembre por el Congreso para evitar que millones de personas perdieran acceso a su subsidio por desempleo y que retomen los desalojos.
Sin acuerdo del Congreso y en particular del Senado, donde los demócratas tendrán una ligera mayoría, el plan de Biden, que comprende ayuda para las familias, empresas y gobiernos locales, podría fracasar.
Los gastos anunciados por Biden podrían chocar con reparos de los republicanos, habitualmente más reacios a una intervención tan amplia del Estado federal como sugieren los demócratas, a pesar de cuatro años de enormes gastos en los que incurrió el gobierno de Donald Trump, con megapaquetes de ayuda que sumaron unos 2.7 billones de dólares por la crisis del coronavirus en 2020.
El déficit fiscal de Estados Unidos está en alza y alcanzó entre octubre de 2019 y septiembre de 2020, el último año fiscal cerrado, unos 3.132 billones de dólares, un récord.
¿Bonos del Tesoro a 50 años?
Para convencerlos de votar este nuevo plan, Yellen sostuvo ante los legisladores que las tasas de interés cercanas a cero permiten obtener dinero sin que el costo de los intereses haga aún más pesada la deuda de Estados Unidos.
"A largo plazo, pienso que las ventajas de este plan serán mayores que los costos financieros", destacó Yellen.
La deuda se ubicaba en 26.9 billones de dólares a fines de septiembre.
Interrogada sobre la posibilidad de emitir bonos del Tesoro a 50 años de plazo, Yellen se dijo abierta a esta idea e indicó que exploraría los mercados.
"Hay ventaja en refinanciar deuda, en particular cuando las tasas de interés son muy bajas, emitiendo obligaciones a largo plazo", insistió.
"Es importante para Estados Unidos invertir: invertir en nuestras infraestructuras, invertir en nuestros trabajadores, invertir en investigación y desarrollo, las cosas que hacen crecer nuestra economía rápidamente y la vuelven competitiva", añadió.
En respuesta a preguntas del Comité de Finanzas del Senado, Yellen señaló por otro lado que China ha venido perjudicando a empresas estadunidenses con una serie de políticas que incluyen subsidios ilegales, dumping (venta por debajo del costo) de productos, robo de propiedad intelectual y barreras de ingreso a productos norteamericanos.
"Estamos preparados para utilizar toda la gama de herramientas" disponibles para responder, indicó luego de años de guerra comercial entre el gobierno de Trump y Pekín.
Yellen defendió además un impuesto internacional a los gigantes del mundo digital, en discusión en la OCDE.
El gobierno de Donald Trump, que se oponía a un impuesto a estas firmas del sector digital, hizo fracasar las negociaciones en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para aplicar esta tasa a nivel internacional.