Madrid. Células de la retina derivadas de un ojo humano de cadáver sobrevivieron cuando se trasplantaron a ojos de modelos de primates, un avance importante en el desarrollo de la terapia celular para tratar la ceguera, según un estudio publicado en la revista Stem Cell Reports.
El epitelio pigmentario de la retina (EPR), una capa de células pigmentadas en la retina, funciona como barrera y regulador en el ojo para mantener una visión normal. La disfunción del EPR puede provocar trastornos oculares, incluida la degeneración macular, y puede provocar ceguera, que afecta a 200 millones de personas en todo el mundo.
Los investigadores extrajeron células madres retinianas de ojos adultos de cadáveres donados, lo que permite la compatibilidad de donantes y puede servir como una fuente recurrente de EPR humano. Luego, el equipo evaluó la seguridad y viabilidad de implantar células madres retinianas adultas en primates no humanos.
El estudio encontró que los parches de EPR trasplantados debajo de la mácula, o la parte central de la retina, permanecieron estables e integrados in vivo durante al menos tres meses sin efectos secundarios graves como ataque inmunológico o sensibilidad a la luz. También encontraron que el EPR derivado de células madres asumió, al menos parcialmente, la función del EPR original y pudo soportar el fotorreceptor endógeno, que ayuda con la absorción de luz y agua, entre otras funciones.
“Hemos demostrado que el EPR derivado de un donante de cadáveres humanos remplaza al menos parcialmente la función en la mácula de un primate no humano”, resalta Timothy Blenkinsop, coinvestigador principal del estudio y profesor asistente de biología celular, del desarrollo y regenerativa en la Escuela de Medicina Icahn, en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.
“Las células derivadas de donantes de cadáveres humanos sepueden trasplantar de forma segura debajo de la retina y remplazar la función del huésped, por lo que pueden ser una fuente prometedora para rescatar la visión en pacientes con enfermedades de la retina. Los resultados de este estudio sugieren que el RPE de un donante humano adulto es seguro para trasplantar reforzando el argumento a favor de los ensayos clínicos en humanos para el tratamiento de la enfermedad de la retina.”
Los investigadores destacan que es posible un tratamiento para la degeneración macular, pero se necesita investigación adicional sobre este enfoque. Los estudios futuros deberían explorar si las células madres del EPR derivadas de ojos de adultos de cadáveres pueden restaurar la visión en pacientes humanos y modelos de primates no humanos enfermos.