Presentado como un operativo de “rescate humanitario”, integrantes de distintas corporaciones e instituciones federales permanecerán en la frontera sur, al tiempo que una caravana de migrantes procedente de Honduras avanza con el fin dellegar a Estados Unidos.
El comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, pidió ir en contra de los traficantes de personas, a quienes llamó “cínicos, simuladores y sicarios sociales”.
El INM, dependiente de la Secretaría de Gobernación, coordina a integrantes de los tres niveles de gobierno “para garantizar que los ingresos al país por la frontera sur sean de manera ordenada, segura y regular, y con el respeto a los protocolos sanitarios que demanda esta contingencia por Covid-19”.
En este operativo hay coordinación de instancias civiles con integrantes de las fuerzas armadas (36 Zona Militar) y la Guardia Nacional.
Esta semana los funcionarios se presentaron en Ciudad Hidalgo, Chiapas, región fronteriza con Guatemala, para dar indicaciones a los agrupamientos que “auxiliarán para el rescate humanitario en la frontera sur”. Sin embargo, se advierte –de manera implícita– que no se permitirá el paso de la caravana.
“Tenemos que garantizar en nuestro territorio nacional una migración ordenada, segura y regular, con respeto a los derechos humanos y con políticas humanitarias”, dijo el comisionado.
El INM subrayó que la vigilancia en la zona fronteriza será las 24 horas para “hacer cumplir la Ley de Migración y su reglamento”.
Exhorto a Honduras
El gobierno de México llamó ayer a los países de la región centroamericana a aplicar con responsabilidad los protocolos migratorios y sanitarios a fin de evitar riesgos derivados de la pandemia de Covid-19 para quienes migran a pie y para las comunidades por las que transitan.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) hizo además un “exhorto respetuoso” a las autoridades de Honduras para que “atiendan, oportunamente, este flujo irregular de personas migrantes, de tal manera que prevengan nuevos desplazamientos".
Reconoció la labor del gobierno de Guatemala, “que ha actuado de manera firme y responsable en la atención integral de los contingentes de migrantes que vulneraron su soberanía, haciendo valer el cumplimiento de la ley migratoria y sus protocolos sanitarios para garantizar ingresos ordenados y regulares, salvaguardando la integridad y la vida de las personas migrantes y de su población”.
El gobierno mexicano manifestó que reconoce las causas estructurales que provocan estos movimientos masivos y las necesidades legítimas de las poblaciones que los integran, pero “está convencido de que sólo a través de esquemas migratorios seguros, ordenados y regulares se podrá garantizar la atención efectiva y transversal de estas poblaciones, que se enfrentan a altos riesgos durante su ruta migratoria”.