Avanzamos en la búsqueda de fuentes de energía menos lesivas para la salud humana y menos contaminantes. Por lo pronto, contamos con la fuente nuclear. Estamos tratando de aclarar e informar por qué el uranio es un material que, trabajado correctamente, bien cuidado, es un recurso bastante inocuo.

La exposición al uranio “enriquecido” no es una situación que suceda en una central termoeléctrica. Las personas que trabajan en Laguna Verde, por ejemplo, no están expuestas.

Una central termonuclear no es una bomba atómica. Diversos críticos a esta fuente de electricidad plantean su crítica únicamente en el aspecto de las enfermedades. Sin embargo, no se analiza la posibilidad, hasta cierto punto benéfica, de caminar hacia la transición energética, considerando primordialmente a la energía nuclear, ya que es la fuente más barata y, lo más importante, es una de las más limpias. Por esa razón, es la que menos afecta al ambiente y a la salud humana.

En las centrales termonucleares no existe posibilidad de que su personal ni del nivel operativo ni administrativos, ni los profesionales de física, ingeniería, y química, estén en riesgo de padecer cáncer, enfermedades del hígado, cerebrales o anemias, como han asegurado algunos. De hecho, no existen informes de investigación clínica que aseguren que la población que vive alrededor de alguna central de este tipo enferme de manera espontánea.

Puntualizamos que si las personas se exponen permanentemente y en forma directa a desechos nucleares depositados sin las medidas de seguridad y sin seguir las normas de salud de las instancias nacionales e internacionales, lo más seguro es que lleguen a enfermar. Pero esa situación no se produce espontáneamente. Existen depósitos que se han clasificado y que se registran para ser resguardados y ubicados para su vigilancia. Pero esta situación no tiene problema si se siguen todas las reglas.

De acuerdo con la opinión de especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre las investigaciones relacionadas al perjuicio del uso del uranio enriquecido para conflictos bélicos, la contaminación ambiental y los efectos dañinos en la población, todavía se esperan más resultados.

Hasta el momento, se tiene información de casos de diversas enfermedades sólo entre la población que ha estado directamente expuesta a emanaciones del armamento nuclear. Éste no es el caso de la utilización y de los residuos de uranio en México. Hacemos hincapié en que lo más indicado es la utilización de uranio natural.

Y, de acuerdo con especialistas de la salud (OMS), aun cuando se tenga exposición eventual al uranio enriquecido, esto no precisamente va a ocasionar alguna enfermedad degenerativa, ya que depende de la cantidad a la que se expongan, el tiempo de exposición, la edad de la persona, el sexo, el tipo de alimentación, las condiciones higiénicas y los antecedentes de la forma como se expuso al material radioactivo y si existe previa exposición a otros contaminantes químicos.

En el caso de la Central Nuclear de Laguna Verde, esto no sucede, cuenta con todas las medidas de seguridad e higiene, la prueba está en que, hasta el momento, no ha tenido ningún problema de contaminación.

Si los residuos del proceso de la utilización del uranio llegaran a tener contacto con áreas ambientales que puedan contaminar tierra fértil, mantos acuíferos, zonas de contacto con la fauna local y de la población, debe informarse a las autoridades competentes de inmediato y denunciar errores o irresponsabilidades de aquellos mandos que tienen en sus manos la solución. Por parte de la central Laguna Verde, la situación antes descrita no se ha presentado y por ello aseguramos que la energía nuclear es de las menos contaminantes.

Un ejemplo del beneficio que este tipo de energía ha favorecido a millones de personas es el caso de la industria nuclear de India.

Desde la década de los 60, el país asiático ha contado con la energía nuclear como una fuente de producción eléctrica y, hasta el momento, continúan con proyectos para la construcción de más termonucleares. Independientemente de la utilización del uranio natural, India continúa también con su proyecto de transición energética.