El partido conservador Unión Cristiana Demócrata (CDU, por sus siglas en alemán) eligió ayer al moderado Armin Laschet como su nuevo presidente, en su primer paso para dar continuidad a la línea política de la canciller Ángela Merkel en las elecciones de 2021 en Alemania.

Laschet, de 59 años, ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado del país, venció con 521 votos en segunda vuelta a los 466 del crítico y rival histórico de Merkel, el abogado Friedrich Merz, favorable a girar a la derecha en el partido, según los resultados de la votación interna remota, que recabó mil un sufragios.

Norbert Roettgen, experto en política exterior y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Bundestag, fue eliminado en la primera ronda de la votación. Los tres candidatos vienen de Renania del Norte-Westfalia, pero sus perfiles son muy diferentes.

“Soy consciente de la responsabilidad que conlleva este trabajo y haré todo lo posible para efectuarlo bien en las próximas elecciones regionales y para asegurarme, de cara a las elecciones nacionales, de que el próximo canciller provenga de este partido”, aseveró Laschet tras su victoria, y agregó: “Quiero que nos reunamos, que hagamos que la Unión Demócrata Cristiana llegue a la cancillería”.

Estas elecciones en la CDU eran decisivas para el futuro de Alemania, ya que el ganador, en este caso Laschet, queda en muy buena posición para ser el candidato del partido en las elecciones legislativas del 26 de septiembre para suceder a Merkel, quien está en el poder desde 2005.

La presidencia de la CDU no le garantiza automáticamente ese privilegio, ya que el líder del partido para las elecciones se designa más adelante y puede haber otros candidatos al cargo.

Laschet, si contiende por la cancillería, probablemente se enfrentará en marzo al primer ministro de Baviera y líder de la formación hermana de la CDU, la Unión Social Cristiana Markus Soeder, considerado el gran favorito para hacerse con la nominación del bloque conservador.

Merkel anunció a finales de 2018 que no buscaría un quinto periodo; también renunció al liderazgo del partido. La canciller dio desde el viernes su apoyo a Laschet y pidió la continuidad de una línea “centrista” y el rechazo de la polarización.

La decisión pone fin a un limbo de 11 meses en el liderazgo del partido más fuerte de Alemania, luego de que Annegret Kramp-Karrenbauer, quien no pudo imponer su autoridad sobre el partido, anunció su renuncia a la dirigencia.

Hijo de un capataz de minería de carbón, Laschet se graduó en derecho y ejerció como director de un periódico católico y legislador en el Bundestag y el Parlamento Europeo antes de ser elegido primer ministro de Renania del Norte-Westfalia en 2017.

Sus vínculos con la comunidad de migrantes durante un periodo anterior en el gobierno regional le valieron el apodo de Armin El Turco, y su comportamiento sereno recuerda a muchos alemanes a la canciller saliente.