El actor británico Kingsley Ben-Adir quizá no sea famoso todavía, pero esto está por cambiar por su impactante interpretación de Malcolm X en One Night in Miami…, la película de Regina King que imagina un encuentro eléctrico entre el ícono de los derechos civiles, Sam Cooke, Cassius Clay y Jim Brown en febrero de 1964, está actualmente disponible en Prime Video.
Ben-Adir, de 35 años, tiene más de una década trabajando como actor y ha pasado varios desencantos. En su primer filme, World War Z (Guerra Mundial Z), su breve diálogo con Brad Pitt fue abruptamente cortado. Entonces había una cinta de Ang Lee sobre Muhammad Ali para la que pasó años haciendo pruebas y meses en entrenamiento activo para el papel protagónico, pero el proyecto terminó perdiendo financiamiento.
Con One Night in Miami… por poco pierde también la oportunidad. Sus agentes primero lo sugirieron para el papel de Clay, pero Ben-Adir declinó (“Me sentía demasiado viejo”). Les dijo que lo llamaran si algo pasaba con el actor que iba a interpretar a Malcolm. Estaba casi bromeando, dijo, pero esa llamada llegó; obtuvo el trabajo 12 días antes de comenzar la filmación.
“No sé si puedo preparar a Malcolm X en 12 días, pensé, pero me dije: ‘tengo que hacerlo.’”
Horas antes de recibir el premio Gotham al actor revelación, Ben-Adir conversó con Ap sobre cómo encontró la humanidad en el ícono y la complicada logística que fue interpretar al mismo tiempo a Malcolm X y Barack Obama. Éste en la miniserie The Comey Rule.
–¿Oíste de Malcolm X mientras crecías en el Reino Unido?
–Crecí sabiendo exactamente quién era. Leí su autobiografía en una fase temprana y era alguien de quien estaba al tanto. No puedo decir lo mismo sobre el plan de educación, pues no nos enseñaron mucho sobre historia afroamericana y la historia británica negra era casi inexistente en mi escuela.
Un hombre tímido y modesto
–¿Quién es Malcolm X en ese momento de 1964 que retrata la cinta?
–Regina y yo tratamos de definir qué tanto podíamos mostrar a Malcolm como padre, esposo y hombre que en ese momento de su vida estaba en una situación muy, muy vulnerable. Tenía una prohibición de la Nación del Islam y su relación con Elijah Muhammad, quien esencialmente fue su figura paterna durante 12 años, se estaba desmoronando. Había una escena en la que su vida estaba en peligro y se siente que Malcolm sabía que quizá se le estaba acabando el tiempo. La película brinda una oportunidad maravillosa de explorar la humanidad del “intrépido demagogo”.
“Malcolm le describió a su amigo Dick Gregory que se sentía débil y vacío y que nadie sabía los tormentos que atravesaba. Dick habla de Malcolm como un hombre dulce y tímido, bondadoso y bien humorado que se avergonzaría si pudiera oírnos hablando de él así ahora. Esto me pareció sencillamente hermoso.”
–Eso parece contradecir las imágenes que siempre vemos de él.
–Siento que todas las imágenes a las que estamos acostumbrados, los videos en YouTube y las citas históricas siempre son de Malcolm respondiendo generalmente al día siguiente o no el mismo día a los casos más espantosos de racismo o brutalidad policial o injusticia política. No es de extrañar que parezca loco y furioso en tanto material de archivo. Al verlo cuando no habla, sino cuando escucha y en el momento de transición cuando está a punto de responder, esta humanidad se abre.
“No sé cómo describirlo. También creo que quedé como aturdido cuando terminó esto. No comía, estaba cansado, tenía la sangre llena de nicotina y cafeína y la mente llena de ideas. Todo el proceso fue un poco surrealista, como un pequeño torbellino.”
–¿Tomaste en cuenta la actuación de Denzel Washington en la película de Spike Lee de 1992 (Malcolm X) a la hora de abordar el papel?
–Decidí dejarlo así. Sabía que este Malcolm tenía que ser diferente.
–¿Es cierto que mientras estabas haciendo este trabajo también interpretaste a Barack Obama en The Comey Rule? ¿Cómo lo hiciste?
–Filmé Malcolm tres semanas y media y luego tomé un avión a Toronto un viernes y rodé Barack por cuatro o cinco días; después tomé otro vuelo y volví Miami para Malcolm.
“Como actor ocupado, uno tiene que arreglárselas con los horarios fijados. Me dije: ‘Mira, has estado buscando una oportunidad como ésta por lo menos durante 10 años. Ahora tienes dos al mismo tiempo. Tienes que hacer que funcione”, subraya el actor.